Colonia del Sacramento, 6 de Agosto del 2021.
 
Presidente de la Junta Departamental de Colonia
Dr. ROBERTO CALVO
PRESENTE.
 
De mi mayor consideración:
Quien se dirige a usted y demás miembros de esa Junta Departamental, WILLIAM GEYMONAT PÉREZ, en calidad de ciudadano, cumplo en remitir y poner a consideración de esa Corporación, la exposición de motivos y el Proyecto de Decreto correspondiente, tendiente a la designación con el nombre de “Arq. JOSIP MARKOVIC”, a una calle innominada del Barrio Real de San Carlos, de esta ciudad, calle de una cuadra de extensión, que se desarrolla de Sur a Norte, comenzando en la Avenida Mihanovich y culminando en la calle Eloy Peraza, con una longitud de 190 metros, según plano de la Dirección de Catastro Municipal. WILLIAM GEYMONAT PÉREZ.
 
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
 
ANTECEDENTES
El Complejo Turístico “Establecimientos del Real de San Carlos Sociedad Anónima”, aprobado por Decreto del Poder Ejecutivo uruguayo el 28 de Mayo de 1909, fue inaugurado oficialmente el 9 de Enero de 1910.
Habiendo transcurrido ya 112 años de aquel momento histórico, parece ser que nuevos aires se renuevan sobre ese mágico sitio, anhelo de aquel gran visionario y emprendedor croata, Nicolás Mihanovich, al encontrarse en recuperación, parte de aquellos inmuebles originarios.
El magnífico y ambicioso proyecto del empresario naviero, no dejaba de crecer y desarrollarse, hasta que el presidente de la Republica, Dr. José Batlle y Ordoñez, decretó el fin de las corridas de toros en Uruguay, en el año 1913, por la presión y pedidos de la sociedad protectora de animales.
A partir de ese momento, comenzó a debilitarse su anhelado sueño, llegando al año 1942, cuando comenzó la disolución de la Sociedad Establecimientos del Real de San Carlos, pasando a propiedad y administración municipal, todos los inmuebles, y comenzando a partir de ese momento un constante y marcado deterioro de cada uno de los edificios emblemáticos que comprendían el complejo turístico.
Poco a poco, se han venido poniendo en funcionamiento, cada una de los cinco elementos que originalmente componían el Complejo Turístico, a saber: Muelle, Usina, Hotel, Plaza de Toros y Frontón.
El emblemático hotel, ha sido reconstruido y ya desde hace tiempo y con aportes de la Universidad de Valencia, se ha transformado en un centro académico universitario de primer nivel, orgullo de los colonienses. Están en curso el reacondicionamiento de Plaza de Toros y Frontón, y anhelamos que próximamente se pueda materializar la devolución de la usina a la administración municipal, y reconstruir, al menos en forma simbólica, un pequeño tramo del viejo muelle.
Pero para que este proyecto prosperara hace 112 años atrás, se necesitaban básicamente 2 voluntades, la del empresario que pusiera su capital en pos del desarrollo de la inversión, y del técnico que interpretara, a través de su diseño, la concreción del diseño arquitectónico, de los distintos componentes de la urbanización.
Esos nombres fueron dos croatas, radicados en la vecina Buenos Aires, el empresario naviero  NICOLÁS MIHANOVICH y el Arq. JOSIP MARKOVIC, el primero en calidad de desarrollador e inversor, y el segundo en calidad de arquitecto.
La avenida MIHANOVICH, ya está incluida en nuestro nomenclátor, y es nada más y nada menos, que la avenida perfectamente arbolada, que llevaba desde el muelle hacia Plaza de Toros y el Hotel, a los distintos turistas visitantes.
En esta propuesta pretendemos unir nuevamente a través del tiempo, a quienes llevaron adelante aquella propuesta, nominando como Arg. JOSIP MARKOVIC, a la calle innominada que une la avenida MIHANOVICH con la calle ELOY PERAZA, primer paralela a la Rambla de las Américas, detrás de la vieja usina, del Real de San Carlos.
 
BARRIOS y NOMENCLATORES TEMATICOS
Colonia del Sacramento tiene una destacada tradición, y muy buena práctica, de adoptar o ajustar el nomenclátor a Barrios Temáticos. Eso hace más fácilmente identificable, tanto al lugareño como al visitante, de ubicar en una primera instancia, una determinada calle, en una determinada zona geográfica o barrio. A manera de ejemplo, es clásico asociar al barrio “Otto Wulf’ con calles de naciones sudamericanas (Chile-Brasil-Paraguay-Argentina-Colombia), o al barrio “Las Barrancas”, con ilustres pintores y escritores nacionales (Rafael Barradas – Eduardo Acevedo – Pedro Figari – Joaquín Torres García – Juan Manuel Blanes – Bartolomé Hidalgo), o al Barrio “Treinta y Tres Orientales” con integrantes de ese grupo de patriotas (Santiago Gadea – Gregorio Sanabria – Celedonio Rojas – Pablo Zufriategui – Simón del Pino), o barrios recientemente conformados como el “Sheraton”, con personalidades ligadas al turf (Bias Belotti- Rubén Falero – Bernardo Larrechea – Dr. Alfredo J. Solares -Agustín Malnero). Ya este maravilloso entorno de Plaza de Toros, Frontón y Muelle, tienen en su nomenclátor el nombre de Nicolás Mihanovich, ideólogo y creador del proyecto, y Juan Manuel Caballero, quien fuera designado como administrador general de la sociedad, y encargado de representar a Mihanovich ante la Junta Económica Administrativa de Colonia, encargada de autorizar el la iniciativa del empresario naviero.
Es por lo anteriormente expuesto, que entendemos, que esta calle innominada, ubicada estratégicamente en el corazón del entorno del emprendimiento turístico, debe llevar el nombre, del Arq. JOSIP MARKOVIC, persona asesora y de la confianza de Mihanovich, quien plasmó en sus planos, los inspirados conceptos urbanísticos de estos grandes edificios integrantes complejos arquitectónicos.
 
NICOLÁS MIHANOVICH – EMPRESARIO NAVIERO- PIONERO DEL SECTOR TURÍSTICO
Nicolás Mihanovich (en croata Nikola Mihanovié) (Doli, Reino de Dalmacia, Imperio Austriaco, actual Croacia; 1848, Buenos Aires, Argentina; 1929) fue un empresario naviero austrohúngaro que lideró su área del mercado en el Rio de la Plata entre las décadas de 1880 y 1920.
Nacido en el Reino de Dalmacia, Imperio austriaco en 1848 en Doli, un pueblo cercano a Dubrovnik, trabajó desde joven en el puerto, y llegó a Montevideo como tripulante de la embarcación británica Cíty of Sydney a mediados de los años 1860.
En un primer momento se instaló en el Alto Paraná (Paraguay) y se dedicó al transporte fluvial. Algunas fuentes sostienen que allí comenzó su fortuna, al trasladar tropas que participaban en la Guerra de la Triple Alianza. Lo cierto es que una vez que hubo acumulado el capital suficiente, emprendió el regreso a su tierra natal en 1868, pero al parar en una hostería de Buenos Aires que administraba un compatriota, fue convencido de quedarse en esa ciudad. Allí se asoció a un genovés llamado Juan Bautista Lavarello, dedicándose a llevar adelante un servicio muy necesario en el puerto de Buenos Aires en esos tiempos. Y es que el Río de la Plata tenía una ribera de muy poca profundidad, por lo cual las embarcaciones tenían que
anclarse a más de 300 metros de la costa, y las tripulaciones y cargas tenían que ser acercadas a la ciudad en botes o en carros tirados por animales. Mihanovich se encargaba, precisamente, de ese traslado de pasajeros en un corto recorrido, llegando a conseguir un acuerdo con el Gobierno Nacional, para hacerse cargo de las oleadas de inmigrantes europeos que llegaban al Hotel de Inmigrantes.
 
CRECIMIENTO
Al poco tiempo, Lavarello falleció y Mihanovich se casó con su viuda Catalina Balestra, haciéndose cargo de sus tres hijos, pero teniendo con ella dos más. En 1874 llegó a la ciudad, llamado por él, su hermano Miguel Mihanovich (Miho Mihanovié), quien lo acompañaría y formaría su propia y exitosa empresa con los años. Por esos tiempos se asocia con dos compatriotas, Gerónimo Zuanich y Octavio Cosulich, formando la compañía Nicolás Míhanovích y Compañía. La llamada Conquista del Desierto que fue anexando la Patagonia a la Argentina desde 1879 le brindó un nuevo mercado, organizando servicios a los pueblos de Carmen de Patagones y Bahía Blanca con un barco llamado Watergeus, de 1500 toneladas. En esa época ya tenía una flota de cinco barcos a vapor. En 1887, estableció el primer servicio que unía regularmente la capital argentina con los pueblos uruguayos de Carmelo y Colonia del Sacramento. Al año siguiente posee el capital como para comprar las otras dos partes de la compañía a sus socios, y ésta pasa a llamarse Nicolás Míhanovích a secas. La naviera siguió creciendo en los siguientes años, anexando otras empresas que iban quebrando como consecuencia de la crisis económica nacional conocida como Pánico de 1890. En 1896 adquirió La Flotílla Platense Co. y su barco Eolo. En 1899 anexó la Compañía Nacional de Navegación a Vapor, con su barco Tridente. Al año siguiente, fue la Compañía de Mensajerías del Río de la Plata y su París. Para esta altura, era el armador más poderoso de Latinoamérica.
 
APOGEO
En 1903, se transformó en la Sociedad Anónima Nicolás Mihanovich. En 1907 estableció un servicio de embarcaciones que remontaban el Río Paraná, llevando visitantes a conocer las Cataratas del lguazú. En esta rama el Ferrocarril de Entre Ríos fue su principal competidor, y era frecuente la guerra de tarifas para intentar dominar el mercado del Litoral. También se diversificó adquiriendo un matadero y acciones del Banco de Italia. El interés de Mihanovich en el turismo también quedó demostrado cuando en 1906 fue inaugurado muy cerca del Puerto de Buenos Aires su Palace Hotel (actualmente una de las sedes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires), construido en el terreno en las calles 25 de Mayo y Cangalla (hoy Tte. Gral. Perón) donde antes estaban las oficinas de la naviera, que permaneció en la planta baja del nuevo edificio. Considerando las limitaciones que le imponía el mercado argentino para expandirse, tomó la decisión de sumar capitales ingleses a su empresa, que en 1909 se transformó en The Argentine Navigation (Nicolás Mihanovich) Company Ud., con un capital de base de 2:100.000 libras esterlinas. Nicolás conservó la mayor parte de las acciones y el control del emprendimiento, que en ese momento poseía ya 68 remolcadores, 200 embarcaciones menores y 82 buques a vapor, sumando 350 unidades. Un nuevo edificio, enfrentado al Palace Hotel, fue construido para alojar las oficinas de la creciente empresa. En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial, cuando los capitales británicos eran el 25% de su compañía. En 1916 poseía una flota compuesta por 324 unidades, de las cuales 45 eran vapores de pasajeros, 27 de carga, 70 remolcadores, 142 lanchas, 31 chatas, 7 pontones y dos grúas flotantes. Mihanovich participó en todo tipo de actividades sociales, formando parte del directorio del Patronato de la Infancia, de la Liga Argentina de la Tuberculosis, así como del Centro Naval y de la Sociedad de Educación Industrial. En 1914 fue terminado el emblemático Edificio de Otto Wulf, en el cual tuvo una fuerte participación. Por su trayectoria, el emperador austriaco Francisco José I, lo nombró cónsul honorario en 1899, al cual se sumó en 1913 el titulo de barón con derecho sucesorio. Además recibió diversas condecoraciones: del emperador ruso, del rey de Inglaterra y del rey de España.
 
RETIRO
Pero consciente de su edad, Mihanovich consideró vender definitivamente su parte de la empresa para retirarse a pasar sus últimos años. También esta decisión era empujada por el conflicto de intereses resultante de la venta por su parte de embarcaciones al ejército inglés durante la Primera Guerra Mundial, siendo nacido en el Imperio Austrohúngaro, rival en esa contienda del Reino Unido. Fue sucedido por su hijo Pedro Mihanovich. Pero finalmente pudo vender sus mayoritarias acciones al magnate británico de la navegación Lord Kylsant, y al argentino Alberto Dodero, y se retiró. Participó por esa época de la colecta de la Unión Católica Popular Argentina, que llevó adelante una colecta para construir viviendas obreras. Resultado de ello es el Barrio Mihanovich, que se encuentra en Parque Avellaneda. Uno de sus últimos emprendimientos fue la construcción de una gran torre que fuera vista desde la costa, destinada a departamentos de renta (alquiler), en el aristocrático barrio de Retiro. Concluido recién en 1929, es actualmente el Hotel Sofitel Buenos Aires. Nicolás Mihanovich no llegó a verlo concluido, ya que falleció ese mismo año, a la edad de 83. Pero sobrevivió a todos sus hijos, Pedro había muerto en 1925.
 
APORTES DE LA COLECTIVIDAD CROATA AL URUGUAY Y A LA REPUBLICA ARGENTINA
Un pueblo guarda su identidad en la medida en que se mantiene fiel a los ideales fundacionales, a los principios que lo hicieron una nación. La palabra nación significa esa unidad en que históricamente han tomado forma concreta los bienes más propios del hombre, pues señala explícitamente la comunidad de origen tanto generacional como cultural, comprendiendo por tanto todo lo que a partir de ese origen común se ha ido adquiriendo por los partícipes de la sociedad. Comprende el legado de cultura y civilización dejado por los antepasados y obliga a todo hombre que lo recibe responder de él ante Dios, ante la memoria de sus antepasados, ante sus propios contemporáneos y ante sus descendientes. Este legado es, en el sentido propio del término, la tradición que todo hombre recibe; es lo que traído del pasado constituye el patrimonio presente, como base o supuesto sobre el cual. la persona se forma tendiendo hacia metas de perfección y de cuyo cuidado y uso es moralmente responsable. Religión, lengua, cultura y costumbres: todo esto es lo que conforma la nación. No obstante, la nación no significa la forma política que una sociedad humana completa y perfecta adquiere, como ocurre con la polis, el reino o el estado. Significa, más bien, la realidad que está en la base de estas formas, la realidad que encierra todo aquello a lo cual estas formas habrían de ordenar. Por esto, la pérdida temporaria del territorio y del estado, si bien atenta gravemente contra la integridad de la nación, no logra anularla mientras su pueblo tenga conciencia de su destino. Esa conciencia debe ser alimentada continuamente como garantía de la pervivencia del ser nacional. He aquí nuestro y vuestro desafío. Ahora bien, cuando el destino de un pueblo, por los avatares de la historia, queda inexorablemente ligado al destino de otro pueblo, de otra nación, se produce la integración, la asimilación cultural que desemboca en un destino común. Este es precisamente el tema de estas breves reflexiones. Siempre ha unido su destino al de este bendito suelo, compensando la generosidad y hospitalidad del pueblo argentino con aportes personales y comunitarios que abarcan desde el ámbito laboral y económico hasta el educativo, científico y evangélico. Argentina, y particularmente su entorno, Río Paraná, Río Uruguay y Río de la Plata, y particularmente Colonia del Sacramento, recibieron esa ola de desarrollo y progresismo. La inmigración croata en la Argentina puede dividirse en tres etapas históricas. La primera va desde la aparición de los croatas en este suelo hasta la Primera Guerra Mundial. La segunda abarca el período entre ambas Guerras Mundiales, y la tercera se extiende desde la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días. Si bien la primera y segunda etapa pueden considerarse como inmigraciones económicas, así como la tercera una inmigración política, las tres tienen como denominador común la lucha por la libertad frente al sojuzgamiento ejercido por distintos poderes, haya sido éste el imperio austro-húngaro, la monarquía Serbia o el actual régimen comunista yugoslavo. Mihanovich y Markovic, sin duda fueron producto de la primera etapa histórica inmigratoria a la Argentina, y con marcado suceso, sin dudas.
 
COMPLEJO TURISTICO NICOLAS MIHANOVICH
El Complejo Turístico Nicolás Mihanovich es una estructura de principios del siglo XX y constituyó un hito del turismo en Uruguay a través de su diseño y conformación, la cual estuvo a cargo de Nicolás Mihanovich. La empresa argentina comenzó las obras con un capital fijado de $ 1:500.000 pesos oro sellados (equivalentes en ese momento U$S 1.600.000), y con ese monto comenzó la construcción del complejo turístico Real de San Carlos. En 1908 Mihanovich solicita la concesión del Real de San Carlos con el fin de construir el lugar de recreación para la explotación turística. La autorización le fue dada el 3 de junio de ese mismo año. En la negociación se estableció que se le habilitaba a edificar una gran Plaza de Toros, un frontón, hotel, casino, usina eléctrica, y como contrapartida se le exigía que abasteciera de energía a Colonia y un muelle para el atracadero de barcos de 300 metros con un balneario.
 
UBICACIÓN
Transformado hoy en un lugar visitado, dada su relevancia histórica, se encuentra a una legua de distancia de la antigua Colonia del Sacramento, en un paraje carente de infraestructura. Cabe acotar que Mihanovich se orientó principalmente al turismo argentino, estando en una ciudad en una posición topográfica de importancia, un clima muy ameno y por encontrarse tan próxima a la ciudad de Buenos Aires, estuvo llamada a ser el verdadero punto de recreo del Rio de la Plata. El éxito inicial se debió a que la capital argentina no contaba con puntos cercanos que ofrecieran mejores condiciones que este lugar, ubicada a una hora y media mediante el transporte de pasajeros en vapores rápidos y grandes.
 
PLAZA DE TOROS
La Plaza de Toros fue construida de hierro y cemento, con un estilo neo mudéjar contando con un ruedo de 52 metros de diámetro. En su edificación poseía un callejón de metro y medio y dos filas de palcos. Las instalaciones se complementaban con un patio de caballos, una decena de chiqueros, enfermería, capilla, sala de toreros y una oficina. El ruedo se construyó con un desnivel de dos metros en el sentido NE/SO, al igual que el terreno circundante. El día que se inauguran las corridas partieron de Buenos Aires a primera hora de la mañana siete barcos. Como no esperaban tanta multitud, la empresa vio demorada la llegada de algunos vapores por lo que los últimos entran a la plaza cuando ya habían comenzado las corridas y a manera de recompensa la empresa decide agregar otra corrida al espectáculo. El costo de las entradas para la inauguración era de siete pesos en la barrera de sombra, tres pesos del tendido del sol y 2.5 de la general al palco. La primera corrida se dio lugar el sábado 9 de enero de 1909 con toros traídos exclusivamente de España. La segunda corrida se dio lugar al mes siguiente contando con la presencia del rejoneador portugués Francisco Barreira, Margado de Cavas. En la corrida se lidiaron astados de Juan Nandín por las cuadrillas de Ricardo Torres “Bombita” y Manuel Torres “Bombita”. El paseíllo estuvo a cargo de José Moyana y entre los banderilleros estuvo Vicente Gisbert “Pala”. La tercera corrida se realizó el 2 de febrero y se suma a la plantilla inicial el rejoneador portugués Francisco Barreira, “Margado Cavas”. En 1912, dos años después de darse lugar la primera corrida, bajo la presidencia de José Batlle y Ordoñez se reglamentan y prohíben las corridas de toros en Uruguay. En ese período la plaza pudo ser sede de ocho corridas, sumándose una más autorizada especialmente para que se realice el 9 de julio de 1935, estableciéndose que en esta ocasión no se podían utilizar picadores y los toros debían tener bolas en los cuernos.
 
FRONTÓN REAL DE SAN CARLOS
El frontón Euskaro fue inaugurado el 27 de noviembre de 1910. En sus dimensiones cuenta con 64 metros de largo y 21 metros de ancho, con una capacidad de 3000 espectadores, lo que le ha dado la categoría hasta el día de hoy de ser la cancha más grande de Sudamérica. El frontón abierto ha sabido mantener su estilo original. En 1974 el frontón fue restaurado y el 27 de noviembre de ese año fue sede del Campeonato Mundial de Pelota Vasca en la modalidad de Cesta Punta. En 1980 al conmemorarse 300 años de la ciudad de colonia, el torneo se repite.
 
GRAN HOTEL CASINO
El Casino Real de San Carlos se puso en funcionamiento luego de que fueran prohibidas las corridas de toros, siendo la emoción del ruedo reemplazada por el azar de la bola de marfil girando en la ruleta. En él han sabido darse cita importantes ilustres de la generación del 900, tal es así que el Hotel supo alojar el “encuentro de las poetisas de América” contando entre los invitados con la presencia de Alfonsina Storni, Gabriela Mistral y Juana de lbarbourou. En el hotel funcionó el Casino hasta 1917 y durante este periodo la ciudad de Colonia tuvo un gran auge económico.
El Complejo se sitúa a 5 km del centro de la ciudad de Colonia del Sacramento. Para la época la distancia era importante ya que las personas muchas veces visitaban el complejo por el día, asistiendo exclusivamente a ver una corrida de toros o jugar en la ruleta. Mihanovich visualizó la necesidad de las personas de disminuir los tiempos de traslado entre Buenos Aires y Colonia del Sacramento que en aquel entonces era de unas ocho horas. Para agilizar los tiempos de traslado, el empresario idea la construcción de un muelle, por lo que el complejo se instalaría en las cercanías al mismo. La localización del muelle ha sido específica ya que desde el año 1699 a unos 1500 metros al oeste de las islas de Hornos, del viejo muelle Mihanovich, la profundidad del canal supera los cuatro metros. Por lo tanto la mayoría de las personas que asistían al complejo no llegaban a conocer la ciudad de Colonia del sacramento. En 1887 Nicolás Mihanovich instala el primer vaporcito Rápido, su primer servicio marítimo de pasajeros. El traslado era desde Buenos Aires hacia Colonia por el lado de la Banda Oriental. En su construcción el muelle contó con dos brazos paralelos, con rieles por donde circulaban pequeños vagoncitos que permitían transportar a los pasajeros desde el muelle hasta la Plaza de Toros y el hotel (750 metros de distancia) y por el otro brazo, el equipaje.
 
USINA ELÉCTRICA
La ciudad de Colonia del Sacramento en 1890, contó con una usina realizada por Mr. Benjamín Dyer Manton, pero solo funcionó durante un corto lapso de 4 o 5 meses. La usina fue otro avance dentro de este complejo, la misma funcionaba con 1100 caballos de fuerza, e iluminaría la ciudad de Colonia del Sacramento hasta el término de la concesión, esto fue pactado con la Junta Económica Administrativa. Se componía de 700 luces de 16 bujías cada una, que daría ese beneficio tanto a calles como a plazas de la ciudad.
 
COMIENZOS DEL TURISMO EN URUGUAY
La llegada de los primeros turistas al Uruguay fue producto de la visión turística y de servicios que tenía Nicolás Mihanovich. Él fue pionero en la realización de centros turísticos por estas zonas, logró construir un verdadero complejo turístico en la Colonia del Sacramento (Uruguay), ya que era poseedor de muchas tierras en esa zona. El sitio en donde eligió para la ubicación de su proyecto es Real de San Carlos. Varias fueron las causas que llevaron a que el complejo debiera cesar su actividad. En principio el servicio ferroviario entre Montevideo y Colonia no era para nada óptimo por lo que recorrer 260 km de ida y otros 260 km de vuelta, les consumía 12 horas a quienes decidían ser partícipes de las corridas, por lo que el público que llegaba desde la capital uruguaya era mínimo. Debe sumarse a ello que el gobierno uruguayo al autorizar las corridas planteó que los toros no podían ser sacrificados, lo que no satisfacía las expectativas del público. Por su parte el gobierno argentino sanciona con 10.000 pesos a cada barco que saliera de puerto argentino y tocara puerto en lugares donde hubiera juegos de azar. En 1943 el complejo pasa a manos municipales dándose inicio al abandono de la infraestructura Mihanovich. En 1957 comienzan las carreras automovilistas clandestinas en las afueras de la plaza de toros y ocho años más tarde surge una prohibición ya que las vibraciones de los motores colaboraban en el derrumbe de la infraestructura. El antiguo frontón de pelota euskaro comenzó a funcionar como depósito del municipio; el que se ve desbordado por la cantidad de bimotores incautados en las calles colonienses. También de esa época queda el Hotel Casino de 100 habitaciones, que fue cedido a la Universidad Politécnica de Valencia. La Universidad se encargó de la reconstrucción del edificio, teniendo a cambio la concesión del mismo hasta el año 2027. También supo ver la ruina el edificio donde funcionó la usina eléctrica. Hoy el muelle no existe más. Hace pocos años, una sudestada se llevó hasta la última madera de este antiguo muelle. Algo similar está ocurriendo con la Plaza de Toros, que sufre un declive de importantes dimensiones. Por lo tanto han pasado varios gobiernos de distinto tinte político y ninguno ha sabido darle el mantenimiento que el complejo necesitaba. El deterioro ha llegado a ser de una magnitud tan importante que los inversores que han intentado recuperar solamente la plaza de toros, tendrían que invertir tres millones de dólares, lo que hace prácticamente inviable su re acondicionamiento.
 
LA PROYECCION DE LA OBRA DEL ARQUITECTO JOSIP MARKOVIC HACIA EL FUTURO
Mucho antes que el fútbol, las corridas de toros eran pasión de multitudes en Uruguay, un país que conserva muchas tradiciones españolas aunque ya haya olvidado -por suerte- las taurinas. Como símbolo solitario de aquella época pretérita, perdura en el departamento de Colonia el Real de San Carlos, actualmente en su última etapa de recuperación para transformarse en un paseo público. En este imponente edificio inaugurado en 1910, aún resuenan los ecos de aquellos eventos que atraían a miles de turistas argentinos, de los mejores toreros y toros de raza, de una actuación que hizo Carlos Gardel y de un amor que tuvo como protagonista al pintor Pablo Picasso. Las corridas de toros fueron prohibidas en Uruguay en 1912 durante la segunda presidencia de José Batlle y Ordóñez. Pero ya en 1888, con el decreto-ley N° 2017, hubo un intento de “disciplinar” el espectáculo, estableciéndose que, a partir de 1890, solo podría haber corridas en las que no se sacrificaran animales. Esta suerte de “parodias” aceptaban de todos modos el mantenimiento de los banderilleros, que se encargaban de torear (aquí el origen del término que se utiliza vulgarmente) al animal. El cambio en la modalidad del espectáculo se debió a la muerte del matador valenciano Joaquín Sanz Almenar, “Punteret”, quien vestido de lila y oro sufrió severas heridas al tratar de banderillear sentado en una silla al toro “Cocinero”. Esta práctica que suavizaba las toreadas tradicionales (en las cuales el animal llevaba sus astas cubiertas) terminó en 1918. Y los legisladores dieron un paso más al aprobar una ley que prohibía “el tiro a la paloma, las riñas de gallos, y todo otro juego o entretenimiento a campo abierto o en locales cerrados que pudiera constituir una causa de mortificación para el hombre o los animales”. Pero hecha la ley, hecha la trampa, y las corridas perduraron; mientras eran cerradas algunas plazas, otras abrían desoyendo a la autoridad o con permisos especiales. El fin del fervor por este tipo de espectáculos solo llegó con la falta de toros bravos, como escribió Ernesto Daragnés Rodero, un memorioso taurino que documentó la “fiesta” española en Uruguay. Estaba respaldado por su descendencia de un empresario que organizaba corridas, por ser sobrino de toreros y toreras y, sobre todo, gracias a que su madre lsabelita fue desde los 15 años la cronista de aquel cruel entretenimiento. Actualmente, el Real de San Carlos subsiste como un icono de aquel pasado de pasiones taurinas. Y en poco tiempo más mostrará su nueva cara, cuando inaugure como un moderno paseo y centro de espectáculos en la ciudad de Colonia.
 
TOROS EN COLONIA
En 1889 existía una precaria plaza de toros en Colonia, ubicada en el predio que hoy ocupa el edificio de la intendencia, aunque las corridas se habían iniciado cuatro años antes en el Departamento. Pero todo cambió cuando, en diciembre de 1908, el empresario argentino Nicolás Mihanovich (hijo) decidió desarrollar un emprendimiento turístico conformado por una plaza de toros, un hotel casino, un frontón euskaro y una terminal portuaria, con el objetivo de atraer sobre todo al público de la vecina orilla. El sueño de Mihanovich de convertir el Real de San Carlos en una atracción de primer nivel en el Río de la Plata comenzó a ser realidad con la construcción de la plaza de toros, que los matadores españoles Ricardo Torres Reina y su hermano Manuel inauguraron el 9 de enero de 1910. El complejo turístico contó con grandes atracciones de excelente calidad. Afamados artistas, deportistas campeones mundiales y aviadores de reconocimiento internacional, entre otros, hicieron de sus presentaciones el deleite de miles de espectadores. El hotel casino brindó la posibilidad de hospedar a los turistas que llegaban en vapores desde Buenos Aires a visitar la ‘Niza del Plata’. El ambicioso proyecto de Mihanovich continuó creciendo hasta que el presidente de la República, José Batlle y Ordóñez, decretó el fin de las corridas de toros en Uruguay, en 1913. Además de las corridas de toros, el Real de San Carlos tenía una serie de establecimientos satélites que ofrecían diversos paquetes turísticos y culturales para toda la familia. “Por ejemplo, estaba la opción para disfrutar del aire libre con paseos a caballo o en carruajes y excursiones campestres hacia Colonia del Sacramento, Barra de San Juan, Laguna de los Patos y la visita a una granja en la zona de El General, propiedad de Pedro Giorello (inaugurada el 15 de septiembre de 1910). Fuera de la temporada veraniega se ofrecían otras atracciones como obras de teatro, tiro a la paloma, tobogán aéreo, gimnasio y juegos de sapo, de aros y de bochas. Para los aficionados a los deportes ingleses había canchas para practicar fútbol, tenis y cricket. Otros espacios no llegaron a construirse debido a la repentina decadencia del proyecto, dada la prohibición de las corridas de toros en 1913. “El aerocarril figuraba en los planes originales del emprendimiento en una zona cercana a los talleres, al norte del edificio que ocupaba la usina eléctrica del complejo, sobre el Río de la Plata. La empresa Pereyra y Malet también organizó concursos de canto y bailes regionales, españoles y criollos”. Entre los principales artistas, se presentaron la bailarina española Concepción Martínez; la cantante criolla Blanca Coral; el joven bailarín Juanito Pardo (conocido como “el Rey de la Jota”); la artista Antonia Pellicer; el transformista Fregolino y la Murga Sevillana (concertistas cómicos). Además, el vecino Randolfo Beltrami, nacido en el año 1902, sostuvo que cuando él era niño, vio cantar a Carlos Gardel en la plaza de toros en 1913, junto con José Razzano, con quien formó un dúo entre 1911 y 1925.
 
EL COMIENZO DEL FIN
El 12 de mayo de 1920, a los 43 años, falleció en Buenos Aires Nicolás Santiago Mihanovich Lavarello, el “creador” de los Establecimientos del Real de San Carlos. Los sueños de ver ese complejo funcionando a pleno se esfumaron, al igual que el capital de los inversionistas que sostenían el financiamiento de las actividades. Otro factor importante que provocó la decadencia del complejo fue que el Estado argentino sancionó, en diciembre de 1923, el Plan Herrera Vegas y estableció un impuesto de $10.000 a todo buque que zarpara del puerto de Buenos Aires, tuviera un destino menor a 80 kilómetros y tocara puertos donde hubiera casinos. “El muelle del Real de San Carlos se encontraba dentro de dicho rango y el pago de los aranceles, similares a los aplicados para los viajes de ultramar, resultaba inviable económicamente. Esto hizo disminuir notoriamente la afluencia de turistas, donde muchos de ellos eran motivados por esta atracción. Así llegó a su fin el período de eventos taurinos y la “magia de la ruleta” en el departamento de Colonia. El emprendimiento comercial estaba condenado a quebrar. Y el circo taurino fue quedando lentamente en el olvido.
 
LA RE INAUGURACION DE LA NUEVA PLAZA DE TOROS DEL REAL DE SAN CARLOS
La remodelación del Real de San Carlos se encuentra en su etapa final y el equipo que trabaja en ella, integrado actualmente por 32 personas, espera que pueda ser inaugurado en pocos meses más. El Real de San Carlos tendrá un centro cultural y deportivo con capacidad para 4000 espectadores (2000 sentados y otros 2000 en el ruedo), además de locales comerciales y un restaurante. La Plaza de Toros Real de San Carlos está ubicada en la zona de Real de San Carlos, a 5 km del barrio histórico de Colonia del Sacramento, capital del departamento de Colonia, Uruguay. Es la única plaza que se mantiene en Uruguay y fue erigida con un estilo neo mudéjar, muy similar a las plazas de toros de España, conservando arcos y algunos detalles de circunferencia. Es una obra realizada por el arquitecto croata Josip Markovic y el ingeniero Dupuy. Se inauguró el 9 de enero de 1910 contando con ocho corridas oficiales, si bien hubo más de ochenta, pues se continuó utilizando el espacio para espectáculos aún bajo la prohibición de corridas por parte del presidente José Batlle y Ordoñez en 1912. La plaza fue construida en ocho meses con el aval del parlamento uruguayo, el cual otorgó los permisos para iniciar las obras del complejo. El material utilizado para su edificación fue suministrado por la fábrica de ladrillos y mosaicos La Arenisca. El diámetro del lugar asciende a los 100 metros, con un ruedo de 50 metros de diámetro.  La estructura de hierro de la obra fue traída de Gran Bretaña y armada en su totalidad en Colonia. Este hierro oxidado de la construcción se puede apreciar en parte de lo que conforma las ruinas de la plaza, considerada Monumento Histórico Nacional. Manuel Caballero, hijo del cónsul español, tramitó el permiso municipal para edificar un complejo turístico en Real de San Carlos. El sitio se llamó Complejo Turístico Nicolás Mihanovich y contaba con muelle, hotel y la plaza de toros. El lugar funcionó dos años consecutivos, hasta que en 1912 fueron prohibidas las corridas bajo la presidencia de Batlle y Ordóñez. En la actualidad, la plaza se encuentra en ruinas y no se puede ingresar a la misma por riesgo de derrumbe.
 
COMIENZO Y PRIMERAS CORRIDAS
En sus inicios, las corridas se realizaron con toreros y toros traídos de España, si bien se emplearon igualmente algunas reses de países sudamericanos, como Perú, o de Colombia. Los toreros que inauguraron oficialmente la plaza fueron los hermanos españoles Rafael y Ricardo Torres, que acudieron especialmente para el espectáculo. Hubo vapores que se habilitaron ese día y en las corridas posteriores desde Colonia hasta el Muelle Real para las personas que deseaban llegar y retirarse del lugar, convirtiéndose en una atracción turística visitada por cientos de espectadores. El proyecto tuvo dos años de auge y prosperidad, durante los cuales espectadores de otros departamentos del Uruguay se acercaban a presenciar las corridas. También acudían fanáticos de Argentina en los vapores que se habían oficializado para el traslado de visitantes. La plaza contaba con restaurante, bares, escenario y un teatro, asegurando la extensión de otras atracciones como peleas de boxeo, murgas y cantantes. En el programa de una de las corridas se podía leer el siguiente texto: “Se recuerda al público que no habrá derecho a protestar, por aquello de que a caballo regalado no se le mira el pelo. No mirar pues en domingo el pelo a la fiesta. Se ruega no arrojar al redondel objetos ni personas; no silbar ni traer a cuento la familia de los lidiadores, que no tienen nada que hacer en el asunto”. Si bien el público uruguayo no se mostraba simpatizante de las corridas de toros, la concurrencia era importante en cada evento -ocho mil personas participaron de la inauguración de la plaza- arribando en los vapores de la compañía Mihanovich (“Tritón”, “Rivadavia” y “Colonia”), los cuales cubrían el tramo Buenos Aires – Real de San Carlos en un promedio de seis horas. Con la prohibición de las corridas, la plaza y el Complejo Real de San Carlos empezaron a ser utilizados para espectáculos artísticos, y el hotel siguió funcionando al igual que el casino. En la revista Punto y Coma de Buenos Aires, el periodista Raúl Fandiño respondió en un artículo a la Sociedad Protectora de Animales, que solía opinar en contra de este tipo de actividades: “ …las corridas de toros, vistas desde el punto de vista sportivo, constituyen un espectáculo agradable y culto, baste señalar el hecho que el público bonaerense que asiste a las que se efectúan en el Real de San Carlos, no ha dado lugar hasta ahora ningún incidente para que tenga que intervenir la policía uruguaya. Este sólo dato es la prueba más palpable de cultura”. Buenos Aires, 17 de febrero de 1911.
 
CIERRE DEFINITIVO
Si bien hubo intenciones de reinaugurar las corridas, éstas no se concretaron. Se consiguió una habilitación de la Intendencia Municipal de Colonia para realizar corridas de toros únicamente en ese Departamento, iniciativa que no prosperó, siendo clausurada en 1912. En 1943, el Complejo Mihanovich, pasa a manos del Municipio de Colonia debido a las demandas contra la Sociedad Real de San Carlos. De esta manera, comienza el descuido que culmina con el abandono del Complejo y de la Plaza de toros, la cual es hoy un edificio en ruinas que ha sufrido algunos saqueos en su estructura. Su estructura de estilo sevillano puede visitarse y apreciarse desde las afueras del recinto, cercado por vallas para limitar el acceso al predio. En 2012, luego de una sudestada, la construcción sufrió la pérdida de la parte superior de la fachada, la cual que se encontraba en mejor estado de conservación que el resto de la edificación.
 
REHABILITACION
Tras varios meses de negociación y expectativa, el 9 de octubre de 2019, la Intendencia de Colonia y el MTOP (Ministerio de Transporte y Obras Públicas) firmaron un contrato con la empresa uruguaya CONAMI, la cual se adjudicó el proyecto de rehabilitación. Se estima que las obras demandarán entre 18 y 24 meses, con un costo total de unos 7 millones de dólares, siendo esta la mayor inversión de carácter público en la historia del departamento de Colonia. La obra será supervisada por la OPP (Oficina de Planeamiento y Presupuesto), la Intendencia de Colonia y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Está proyectado que tras la remodelación, la Plaza de Toros tenga aforo para 4.200 personas.
 
Arq. JOSIP MARKOVIC
Josíp Markovíc (16 de Febrero de 1874), Sisak (31 de Enero de 1969, Paris) es un arquitecto croata. Junto con los arquitectos Stjepan Podhorski, Vjekoslav Bastl y Viktor Kovacic, Markovic es uno de los fundadores de la arquitectura moderna croata. A través de una combinación de circunstancias, se convirtió en parte de una historia mítica cuyos protagonistas principales son su hija Dora Maar (Henriette Theodora Markovic), como la trágica musa del famoso pintor Pablo Picasso.
 
BIOGRAFÍA
Su trabajo como arquitecto lo ha llevado ciudades en Buenos Aires, Montevideo y París, en donde ha participado con varios objetos importantes.
 
EDUCACIÓN
Josip Markovic nació el 16 de Febrero de 1874 en Sisak. Después de graduarse de la escuela pública y cívica, dejó Sisak a Zagreb, donde se matriculó en la escuela de artesanía e ingeniería civil. En 1892, junto con Bastl y Podhorski, asistió a la primera generación del departamento de arquitectura en la escuela de ingeniería civil, a la que asistiría hasta 1896. Inmediatamente después de graduarse de la escuela, fue a Paris donde se matriculó en la Ecole des Beaux-Arts. Con grandes dificultades materiales, pudo completar sus estudios en 1900. Al mismo tiempo, es autor del pabellón de Bosnia y Herzegovina en la famosa exposición mundial de París. Durante sus estudios en París, escribe cartas criticas, que se publicarán en Zagreb en el Trade and Crafts World. Estas son las primeras revisiones criticas teóricas modernas sobre el tema de la arquitectura moderna en Croacia como prólogo de la próxima aparición de Viktor Kovaéié. Después de completar su educación de 1901 a 1905, trabajó como contratista de construcción independiente en la ruta Paris-Zagreb. Mientras tanto, empieza una fructífera colaboración en Zagreb con Viktor Kovaéié, con quien trabaja en proyectos para la empresa de arquitectura y construcción Pilar & Mally & Bauda. En ese momento, Markovic también estuvo presente en varios concursos en Zagreb: el concurso para la cámara de comercio y museo y el museo en la plaza Mazuraruc, y luego la licitación para el banco hipotecario. En 1903 se casó con la francesa Louisa Julia Markovié en Trsat, quien daría a luz a su hija Henriette Theodora Markovic (Dora Maar) (1907-1997) unos años más tarde. En 1905 se mudó a America del Norte y del Sur, y desde 1906 se estableció en Buenos Aires. Allí Markovic realiza varios objetos importantes: un pilar-monumento meteorológico a los colonos austrohúngaros (Columna Meteorológica), el edificio de la compañía naviera “Nicolas Mihanovich” de Nikola Mihanovié (situado entre la Avenida Leandro N. Alem y la calle 25 de Mayo), el edificio de la embajada austrohúngara en la república argentina, la oficina parroquial de la iglesia de San Ante Padovansky (Villa Devoto) y varios otros edificios de oficinas. El logro más significativo será el complejo turístico y arquitectónico El Real de San Carlos en la Colonia del Sacramento, Uruguay (1910-1912). El complejo está dominado por una corrida de toros representativa con una capacidad de 10.000 espectadores. Dentro del complejo, también se construyó un hotel con terrenos deportivos. En 1926, Markovic regresó a Paris, donde se dedicó a la vida diplomática. Nunca más estuvo activo como arquitecto. Markovic murió el 31 de Enero de 1969 en París.
 
CONCLUSIÓN
Podemos concluir entonces, por la información aportada, que esta encantadora realidad que tenemos los colonienses de aun poder disfrutar, 112 años después, de esta joya arquitectónica que componen los distintos edificios que integraban el Complejo Turístico Nicolás Mihanovich, se debe fundamentalmente, a la capacidad y visión, del padre arquitectónico de esa criatura, el Arq. Josip Markovic. Conforme hubo un cruce de caminos, en aquel lejano 1908, entre dos compatriotas croatas, radicados en Buenos Aires, entre un empresario aventurero, y un arquitecto modernista, hoy queremos que sus nombres vuelvan a cruzarse, en la intersección de dos arterias viales, en el corazón del proyecto, la avenida Nicolás Mihanovich y la calle Arq. Josip Markovic. Es por todos los antecedentes anteriormente expuestos que considero que es un acto de reconocimiento hacia una personalidad de la arquitectura, cuyo legado esta cada día más vigente, y consagrar a su memoria la denominación de una calle, en el ambiente geográfico donde dedicó y proyectó sus obras, jerarquizando con su nombre una zona como la del Real de San Carlos, solicitamos que la calle innominada del Barrio Real de San Carlos, de esta ciudad, tramo vial de una cuadra de extensión, que se desarrolla de Sur a Norte, comenzando en la Avenida Miahanovich y culminando en la calle Eloy Peraza, con una longitud de 190 metros, según plano de la Dirección de Catastro Municipal, lleve el nombre de Arq. JOSIP MARKOVIC.
 
Decreto 009/2022
 
LA JUNTA DEPARTAMENTAL DE COLONIA
DECRETA:
 
Artículo 1ºDESIGNAR con el nombre de Arq. JOSIP MARKOVIC, la calle de la localidad catastral Colonia que delimita con las manzanas 238 al suroeste y manzana 239 al noreste, entre las calles Eloy Peraza al noroeste y Avda. Nicolás Mihanovich al sureste.
Artículo 2º.  Dar cuenta e insertar en el Registro Informático de la Junta Departamental.
 
SALA DE SESIONES de la Junta Departamental de Colonia a seis de abril de dos mil veintidós.
 
ROBERTO CALVOPresidente.
 
CLAUDIA MACIEL RAIMONDOSecretaria General.
 
 
download  Decreto oficial (PDF)
Publicado Diario Oficial N° 30.968 de 08/07/2022.