Of. Nº 412/947. Nueva Helvecia, diciembre 1º de 1947.
Sr. Intendente Municipal
Don Esteban Rostagnol Bein
Colonia.
Elevamos proyecto de nomenclatura de calles y caminos de esta jurisdicción municipal, aprobado por esta Junta en sesiones del 30 de setiembre y 21 de noviembre ppdo..
Nomenclatura que tenemos la certeza que el Sr. Intendente apoyará, dada la justicia que surge de la exposición de motivos que se acompaña debidamente foliada del Nº 1 al Nº 22 y que no dudamos se obtendrá la aprobación de la H. Junta Departamental.
Con tal motivo nos es grato saludar al Sr. Intendente muy atte.. EMILIO ROBERT, Presidente – SANDALIO E. BERNARDI, Secretario.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
1º DE AGOSTO. En homenaje de recordación de la fecha aniversario de la fundación de la Confederación Helvética, país natal de la mayoría de los inmigrantes que llegaron a este departamento y fundaron la actual Colonia Suiza, la que al impulso de esos rudos colonos es hoy el justo orgullo de nuestro país, el ejemplo vivo de lo que puede realizar el hombre cuando orienta sus esfuerzos, su inteligencia en el trabajo fecundo que realiza sin absorción, el progreso, el bienestar y la justicia social.
Dr. GERMÁN IMHOF. Fue nuestro homenajeado el primer Vice Cónsul Suizo de Colonia Suiza. Actuó durante 31 años sin interrupción como médico en esta región, lo fue por largo espacio de tiempo único, siempre dispuesto a acudir donde el dolor morara, recorriendo nuestro departamento y enteras zonas de los de San José, Flores y Soriano, ya a caballo, ya en carruaje, de día o de noche, con intensos fríos, lluvias y arroyos desbordados a los que atravesaba muchas veces a nado, nada era obstáculo para que llegara al lecho de dolor y agreguemos a esto lo que publicó el periódico local “Helvecia” en un artículo de recordación del 23 aniversario del fallecimiento de tan filantrópico médico:
“El elevadísimo concepto que del deber tenía el Dr. Imhof, le dominaba, le impedía resistirse y contemplar circunstancias y situaciones por adversas que fueran.
¿Quién de nosotros no lo ha visto y no lo recuerda?…
“Agreguemos a esto, los irrisorios estipendios que exigía al pudiente y ninguno a los desheredados, siendo médico único de una vastísima región y tendremos un perfil exacto de este hombre extraordinario, cuya satisfacción mayor consistía en disputar al paciente un dolor y a la muerte una víctima.
Los escasos bienes de fortuna que dejó a su muerte, la vida modesta y austera que vivió siempre, habla por todo lo que podrá decirse y hacer del extinto un médico y hombre ejemplar, de difícil parangón en el presente”.
FRAU VOGEL (TERESA WIRZ DE VOGEL). Transcribimos la biografía que se hace a su respecto en el libro “Colonia Suiza a través de Sesenta Años” del que es autor nuestro coterráneo Sr. Juan Werner Berger:
“Llegada al país en el año 1876, de Suiza, (Cantón Unterwalden), su vida fue un modelo de virtudes y creemos no equivocarnos si decimos: que en espíritu de sacrificio y desprendimiento generoso ninguna mujer de estos contornos la igualó. Retirada hace cerca de quince años. Basta recordar que ejerció su profesión de partera única, durante más de treinta y cinco años, sin haber nunca exigido un estipendio por sus asistencia la que siempre quedó librada a la poca liberalidad de los que requerían sus servicios. En los lluviosos días de invierno, como bajo los rigores de la canícula, recorriendo muchas veces diez o quince kilómetros, a pie cuando acudía a hogares pobres de los alrededores de Colonia Suiza, jamás mostró un gesto de impaciencia o de cansancio para nadie y se explica cuando se tiene en cuenta su absoluto desinterés.
Natural era pues, que la pobreza fuera su compañera inseparable, y cuando ya vencida por el cansancio, casi enceguecida por tantas noches de vigilia, un grupo de damas la subvencionaba con una suma mensual que la puso a cubierto de lo más indispensable.
Al proyectar esta Corporación designar la calle con la que se le rinde homenaje recordatorio con el nombre de Frau Vogel es por que con ello se recoge la tradición: ese fue el nombre con que familiarmente y con cariño la conocía todo el pueblo. Para todas las madres que sufrían el sólo anuncio de que Frau Vogel llegaría a su hogar era un consuelo, una seguridad y hasta una alegría, porque sabían que Frau Vogel las atendería con cariño, con amor y desinterés.
FARMACÉUTICO LUIS DREYER. Es a su espíritu luchadero que se debe en especial, que en el año 1894, se declare pueblo a nuestra actual Villa de Nueva Helvecia: pero no es solo bajo ese aspecto que queremos destacar la personalidad de nuestro biografiado, sino lo que queremos estudiar como profesional, en el que se destaca por su arraigado sentimiento humanitario, se confunde su actuación junto a la abnegada y filantrópicas figuras del Dr. Germán Imhof y de la Partera Frau Vogel, formando con ellas la que bien podemos calificar hoy de la TRINIDAD DE SALUD PÚBLICA de aquella época de nuestra Colonia Suiza; por cuyo motivo repetimos para él los conceptos que nos merecieron los antes mencionados, y si hemos elegido la actual calle Montevideo para que llevara su nombre, es para que sirva de eje unión con las calles que llevan sus nombres, pasando así esa Trinidad “a la historia”, a la consideración de las generaciones presentes y venideras, en permanente unión, como lo estuvieron en vida, en la que unidos supieron realizar el milagro, que las horas de sufrimientos de sus semejantes fueran menos dolorosas, menos amargas y con menos miseria económica.
FEDERICO FISCHER. Espíritu abierto a toda manifestación de progreso fue ese ciudadano suizo, alma soñadora que solo pensó en la realización de sus proyectos, olvidándose siempre del éxito de los mismos en sus aspectos económicos, lo que hizo que fueran múltiples sus quebrantos y habría de morir sin dejar bienes de fortuna, pero sus iniciativas representaron en aquellos días lejanos de la fundación de Colonia Suiza un paso hacia el progreso de la incipiente Colonia. Sólo queremos aquí destacar dos de sus iniciativas, que en sí caracterizan el espíritu inquieto de nuestro biografiado. En el año 1868 introdujo a la región, después de una larga gestión realizada en Europa, la primer máquina trilladora. Más tarde había de fundar el actual “Hotel Suizo”. Solamente a un espíritu romántico, como el que poseía nuestro homenajeado, podía pensar en el éxito de su iniciativa, pero es evidente que a su gesto se debe que actualmente Colonia Suiza puede ofrecer al país y al extranjero la industria hotelera, organizada en forma tal, que hoy nuestra región es visitada por millares de turistas y nuestros hoteles les puedan ofrecer un ambiente sedante de familiaridad, que los hace únicos en el país, sin haber tenido que llegar para su éxito, el arbitrio de los “Hoteles Casinos”. Justo es destacar en esta hora, que ello se debe en especial a ese meritorio ciudadano suizo, que con su iniciativa creó insensiblemente un clima en favor del turismo, que los habitantes de la región, los hoteleros supieron con su peculiar modalidad, convertirse en sus amigos, en una frase el espíritu del hotelero suizo fue llevado a la práctica y coronado por el triunfo.
SIEGRIST Y FENDER. DOROTEO GARCÍA. Nos permitimos transcribir la exposición de motivos hechos por el ex-Intendente Municipal Escribano Don Ricardo González Arce, en su proyecto de homenajes con fines idénticos y que se hallan a la resolución de la Junta Departamental.
“Sobre bases fidedignas como concretas el suscrito intentará sintetizar una semblanza a través de cartas y documentos de las personalidades de Siegrist y Fender y de don Doroteo García. Banqueros Suizos Siegrist y Fender, instalados en Basilea, con casa central se interesaron a principios de 1861, ante don Doroteo García, por la adquisición de “una legua cuadrada” de terreno “bueno y cultivable para fundar una colonia suiza” o sea, “dividir en pequeños lotes el terreno para comprarlo y venderlo a los colonos suizos”. Los Sres. Siegrist y Fender tuvieron conocimiento y así lo expresan en una carta del folleto concerniente a la “Colonia del Rosario” editado por la “Colonia Agrícola del Rosario Oriental”, sociedad que presidía don Doroteo García.
Luego de un prolongado cambio de cartas, durante casi dos años entre la firma Siegrist y Fender y el Sr. Doroteo García, quedaron ultimados los detalles de la “Colonia de Nueva Helvecia y llegaron en ese plazo los primeros colonos con la intervención directa de aquella firma. Don Doroteo García, en una carta que dirige al Dr. Juan P. Ramírez, así lo testimonia cuando expresa “la otra parte del terreno vendido para Colonia Suiza en 1861 y 1863, se pobló por la casa Siegrist y Fender de Basilea. Sería imposible consignar en este mensaje, el cuantioso número de citas que obran en la propusa correspondencia, para acreditar la intervención decisiva de Siegrist y Fender en la fundación de Colonia Suiza y poder afirmar que sin ella, no existiría actualmente. Pero considero innecesario reproducirlas, luego de transcribir anteriormente. Estimo de mayor valor algunos breves comentarios a los documentos examinados que entreguen un reflejo del espíritu que animó a los Sres. Siegrist y Fender en su empresa colonizadora. A enorme distancia, máximo para las primitivas comunicaciones de aquella época, no ignorando como lo expresan, el período turbulento de nuestras luchas civiles, ni las dificultades a vencer, confiaron en las posibilidades de nuestro país, en el valor material humano de los colonos suizos y dispusieron del capital en el mecanismo del crédito, como una energía activa, como elemento de colaboración indispensable para servir al hombre en su ansiedad de bienestar, mediante el trabajo inteligente y fecundo. Es así como Siegrist y Fender, no se limitan a la acción de colonizadores con la directiva única de la utilidad bancaria. Desde Suiza sienten como hombres, la responsabilidad por la suerte de los colonos, que han de enviar al lejano Uruguay. Se asesoran de don Doroteo García de la calidad de las tierras, de las posibilidades de cultivo, de las franquicias que tendrán, del trato que recibirán los emigrantes, del valor de los productos. Comunican que un barco, con los colonos “han expedido seis arados y otros implementos de labranza”. Afirman que los emigrantes “son todos robustos mozos y buenos trabajadores”, y porque son buenos trabajadores les preocupa defenderlos. No admiten contratos de medianerías pues los suizos son demasiado inteligentes para someterse a un contrato, y si ellos trabajan, adquieren naturalmente, sacar todo el provecho posible. Siegrist y Fender con amplia visión y concepto profundamente humano quieren que los emigrantes sientan la tierra, la hagan fecunda, siendo propietarios. Bajo el gobierno de Urquiza en la Argentina, en el deseo de llevar colonos para aquel país, se realizan publicaciones desprestigiando con falsedades la nueva colonia, y Siegrist y Fender, se interesan ante los gobiernos uruguayo y el de Suiza, para restablecer la verdad, hasta el grado de proponer a nuestro gobierno a una persona de capacidad para que represente al Uruguay en Europa. No reparan en gastos, y afirman que son tan considerables que reclaman el apoyo oficial tanto más dice cuando que nosotros sólo soportamos esos gastos, mientras que todo el país, goza también solo de todas las ventajas. Piden que nuestro país haga algo por los emigrantes que se les concedan facilidades y préstamos, como lo hacen en Canadá y otras naciones. Frente a dificultades financieras la firma tampoco olvida a los colonos que mandó al Uruguay y pide a don Doroteo García, “que por medio de sus autoridades, ayuden a la Dirección de la Colonia, y le presten una mano donde fuera necesario”.-
Tan noble y significativa fue la obra de Siegrist y Fender, que don Doroteo García les expresa en una carta refiriéndose a la nueva Colonia: “espero que los que vendrán a residir en ella y su posterioridad, se acordaran de Uds. y de mí, por la prosperidad que los acompañará en el presente y los acompañará en el porvenir”. Las proféticas palabras de don Doroteo García se han cumplido. Siegrist y Fender, propulsores vitales de la Colonia Suiza merecen el homenaje recordatorio como agentes del crédito que hizo posible esa realidad. Como colonizadores, como acreedores de pueblos, con un sentido de solidaridad social que los perdurará en el tiempo, para alcanzar tan estrictamente prosperidad, pese a las tremendas dificultades que debieron afrontar.
Destacamos que la calle que llevará ese nombre, pasa junto al edificio que es conocido por la ADMINISTRACIÓN que fue la sede de la empresa colonizadora y en el que estaba instalado el almacén, que proveía de instrumentos de trabajo, semillas y alimentos a los colonos, y circunda a la vez el predio en el que se instaló el primer horno de ladrillos que les suministraba a los mismos los ladrillos para la construcción inmediata de sus viviendas.
DON DOROTEO GARCÍA. La figura de este extraordinario y tenaz luchador por la colonización de nuestro país, aparece en todos los momentos con la de Siegrist y Fender. Con los banqueros suizos, fue el Sr. Doroteo García, Ministro de Hacienda del Presidente Gabriel A. Pereyra, el verdadero creador de la Colonia. Aquellos desde Basilea. Este, como elemento de enlace en todas las tramitaciones y negociaciones, secundando la acción colonizadora. Iniciador y presidente de la Sociedad “Colonia Agrícola del Rosario Oriental”, Institución de Fomento y Colonización, se certifica por carta de la época, que fue el más entusiasta forjador de Colonias, en épocas que la República “necesitaba muchos brazos”. Fue un patriota, como se le califica en documentos, que entregó, muchos días de intensa tarea a la colonización. Y en su diario íntimo, cuyo original hemos leído, en el que se detalla la acción personal al fundar la Colonia del Rosario, día por día, termina con este párrafo:
“marchó a Escudero en paz y gracia de Dios, muy contento de haberme empleado 38 días en un trabajo de tan pública utilidad”. Con la misma inteligencia y patriótica preocupación, colaboró en la fundación de la Colonia Suiza durante el período fundacional, previendo todas las medidas para la recepción de los colonos, la entrega de tierras, realizando las necesarias gestiones oficiales, como antes había sido el capacitado y veraz informante para que Siegrist y Fender animaran a los inmigrantes a venir al Uruguay. Por ello Siegrist y Fender, le piden luego de establecida la Colonia Suiza que continúe protegiéndola, y le dicen “cuando la Colonia sea más grande y próspera, puede Ud. estar bien seguro, que siempre sabrá testimoniarle a Ud. todo reconocimiento por lo mucho que le debe y que Ud. merece plenamente”.
Este infatigable luchador por la prosperidad del país y de la Colonia Suiza, recibirá en el presente la respuesta emotiva del Pueblo de Nueva Helvecia, cuando su nombre figure en el nomenclátor de la Villa a la concisa frase con que comienza una carta del 16 de setiembre de 1861, dirigida a Siegrist y Fender, y que dice: “Salgo para colocar los fundamentos de la Nueva Helvecia”. Y el nombre de don Doroteo García, así invocado, del ciudadano oriental, quedará enteramente ligado al de los hijos de la democrática Suiza, como símbolo de fusión de dos patrias, de dos pueblos, que pese a la distancia material se identifica, en la práctica de ideales comunes de superación y dignidad humana.
CARLOS CUNIER. Fue este ciudadano suizo que a través del historial de nuestra colonia, se destaca como el primer inmigrante de esa nacionalidad, que llegó a esta región con fines de colonización, adquiriendo en el año 1858 una extensión de campo de 360 cuadras. Se dedicó en especial a la cría de ganado vacuno y caballar.
Fue por su intermedio que los colonos que habían de llegar en los años 1861 y 62 habían de disponer de vacas lecheras y bueyes y caballos mansos, para poder de inmediato dedicarse a la ruda labor de colonización. Se interesó ante la firma bancaria de Siegrist y Fender para que fomentaran la inmigración, informándola de la bondad de la tierra y del clima de esta zona del departamento, que con el tiempo se habría de convertir en una de las destacadas por su industria de nuestro país.
FRANCISCO WULLICH. ELIAS HUBER. Fue preocupación desde el primer momento del Colono Suizo “La educación de sus hijos”. Es así que el año 1863 fuera colocada la Piedra Fundamental de la llamada Escuela Comunal de carácter laico, cuyo edificio subsiste aún. Los terribles acontecimientos de aquella época, hicieron que recién en el año 1866 se terminara el edificio de la mencionada escuela. Fueron Francisco Wullich y Elias Huber sus primeros maestros, dictaban clases en español, alemán y francés. No es necesario destacar los desvelos de estos maestros: en un medio rural completamente asilados de los centros culturales, mal pagados, porque los recursos con que se contaban para el sostenimiento de la escuela fueron escasos. Es a esos apóstoles de la cultura primaria, que se debe a que el Estado en el año 1878, creara la que hoy es la Escuela de Segundo Grado Nº 10, y en cuya dirección colaboró Huber, y Wullich continuó en sus funciones educacionales dando clases particulares, en especial en el idioma alemán y francés.
JUAN FREY. Entre las figuras que se destacaron en pro del progreso de Colonia Suiza, no puede dejar de nombrarse al Sr. Juan Frey, espíritu innovador, que como industria, dio una nueva orientación a nuestra incipiente industria lechera. Su vida es ejemplar: es toda ella una demostración de lo que puede realizar un hombre formado en la escuela del trabajo. Se inicia como jornalero como fabricante de ladrillos, más tarde funda una modesta cremería, que habría de ser el punto inicial de los actuales frigoríficos fabricantes de quesos, manteca, caseína, etc., que tan difundidas están en el país y en especial en nuestro departamento.
Con el propósito de fomentar la industria lechera en la región, proporcionó a los productores, mediante créditos liberalísimos todos los implementos indispensables a esta industria, inclusive las desnatadoras, facilitándoles además, los envases que fueron siempre de propiedad de la cremería. Su obra en ese sentido fue de gran aliento y estímulo, habiendo llegado a pagar en aquella época hasta un peso con ochenta centésimos por el kilo de grasa butirométrica. Su fábrica fue la primera y única en el país en aquellos tiempos, y un detalle de la intensidad de la industrialización, es el de haber llegado a elaborar en un solo día hasta cuatro mil kilos de manteca pasteurizada y de calidad singularmente excepcional, que llegó a ser preferentemente reclamada por la exportación, y su fábrica estaba tan modernamente instalada, que podemos afirmar que ya en aquel tiempo se aplicaban todos los métodos perfeccionados que hoy se emplean. Además, el Sr. Juan Frey se dedicó a la fabricación del hielo, producto que distribuía en las localidades de Nueva Helvecia, Colonia Valdense, Rosario y Juan L. Lacaze. Con espíritu generoso realizó día a día un auténtico trabajo de superación siendo un “pionner” de la industria lechera que iba evolucionando del estado embrionario al estado potencial. Bajo otro aspecto, fue animoso alentador de cualquier iniciativa de interés público. Fue Vice Presidente de la Comisión Directiva de la Sociedad de Fomento Rural de Colonia Suiza donde su actividad fue muy encomiable a favor del hombre del campo y sus problemas, orientándolo para su defensa y mejoramiento de la producción.
En dos períodos fue concejal, distinguiéndose entonces por su iniciativa para traer equipos mecánicos destinados a obras de vialidad, ocupándose personalmente de fiscalizar la realización de los trabajos. Su espíritu generoso lo hizo donar un predio arbolado de una hectárea contiguo al Paso Mugglin, destinado a parque público, que es hoy monumento municipal.
Fue miembro del Comité Ejecutivo que organizó la gran exposición que se inauguró en el Hotel Suizo, el 4 de mayo de 1930, como uno de los actos de más resonancia programados para conmemorar el Centenario de la República. Esos son a grandes rasgos, la actuación a quien esta Comuna desea honrar, no solo por la obra realizada, sino como un ejemplo de lo que puede realizar un ciudadano cuando se orienta en la escuela del trabajo y no olvida que como hombre se debe a sus semejantes.
ESTEBAN LAZAGUE. No se puede recordar el historial de Nueva Helvecia, sin que surja de inmediato la personalidad de don Esteban Lazague, quien tuvo una intervención preponderante en la fundación de nuestra Villa. Hombre de conducta moral intachable, espíritu siempre abierto a toda manifestación de progreso local o departamental. Fue Juez de Paz durante siete años, actuó durante quince años como miembro de nuestra comuna local, integró la Comisión de Instrucción Primaria, y en el año 1925 el electorado departamental lo eligió como miembro del Concejo de Administración Departamental. Nuestro biografiado fue uno de esos hombres que se prodigaba en forma desinteresada, fue para la clase menos pudiente, generoso al extremo, y los hombres que se dedicaban a trabajos rurales tenían en él un protector y sincero consejero, fue en síntesis, un ciudadano como bien lo dice el Señor Juan Werner Berger en su libro “Colonia Suiza a través de sesenta años”, que realizaba el bien por el bien mismo.
ALFREDO STUTZ. Al referirnos a ese predilecto hijo de Colonia Suiza no podemos realizarlo sin sentir una profunda emoción, un profundo sentimiento de reconocimiento. fue durante toda su vida un ciudadano entregado a la cultura y al progreso de nuestra colectividad, todos los habitantes de Colonia Suiza tenían en él un sincero y desinteresado consejero. Luchó en sus horas juveniles por la fundación de nuestra villa, en el año 1885 se inició en el magisterio desde 1894 hasta la fecha de su retiro, desempeñó las funciones de Agente de Rentas y Jefe de Correos, en cuyos cometidos fue evidentemente un funcionario ejemplar, fue de los funcionarios que no tenían feriados ni horarios cuando se trataba de atender al vecindario, en especial a los habitantes de la campaña que no siempre conocían o podían llegar a la villa dentro del horario de oficina. En esos días ya lejanos de vida difícil para los moradores de esta región, se preocupó, como decíamos, de la cultura del bienestar de los mismos, es así que lo vemos a través del Historial, colaborando fundando instituciones, coros de canto, noble expansión del espíritu a que tan afectos fueron por tradición de fundadores de Colonia Suiza, Banda de Música, Centro Evangélico Protestante, Sociedad de Socorros Mutuos Cosmopolita, Gimnasios, etc., en una frase: no existe un acto de cultura de progreso local de aquella época en la que no haya intervenido con su inteligente y entusiasta espíritu organizador y de su desinterés basta decir, que después de su larga actuación quien pudo por su capacidad y la confianza que le dispensaba el pueblo, murió son dejar bienes de fortuna y vivió sus últimos años con una modesta jubilación, producto de sus cuarenta y cuatro años de actuación en la Administración Pública.
ARTURO CARBAJAL. En forma somera justificaremos el homenaje que le rinde esta comuna, no lo estudiaremos en su vida privada, en la que demostró ser un firme alentador de los trabajos rurales, medio en que desarrolló sus benéficas actividades, nos referiremos en parte a sus actividades públicas, fomentó la formación de clubes deportivos, en su medio rural fue por largos años presidente de los mismos, integró la Junta Departamental, formó parte de la Junta Auxiliar de Nueva Helvecia y ejerció asimismo las funciones de Intendente Municipal por el departamento. Es a su espíritu progresista y tesonero que el actual camino que va de Nueva Helvecia a Jackson sea ya una realidad, muchos fueron sus desvelos, mucho hubo de luchar para que el vecindario colaborara económicamente para la realización de tan importante iniciativa que tantos beneficios habría de reportar a los habitantes de tan extensa zona de nuestra campaña, hubo de actuar en épocas en que aún los vecinos no estaban dispuestos a colaborar con el Municipio, pero, por su espíritu de luchador y por la gran confianza que por su moral y conducta intachable merecía a sus convecinos, hubo de triunfar y ver llevado a la práctica su iniciativa. Consideremos que nada más justiciero, como reconocimiento de sus desvelos, y como ejemplo público, que esa arteria vial lleve su nombre.
FRAU SPORI (ELIZABETH KUSTER DE SPORI). Al consagrar su nombre, la comuna le rinde justicia a una dama que supo consagrarse al mejoramiento de la salud y de la cultura pública de nuestra colonia. De sus muchas preocupaciones sociales, queremos solo destacar, que es a su espíritu tesonero y de profunda comprensión del dolor humano que se debe la fundación de la SOCIEDAD DE AUXILIOS entidad laica y la que se preocupó desde su fundación a traer desde Europa parteras y enfermeras tituladas, prestando así asistencia gratuita a la clase menos pudiente en la época en que aún la Asistencia Pública no actuaba en nuestro medio, y aún en nuestros días colabora con la misma. Consideremos que ese solo acto de su vida justifica el homenaje a rendirse, que a la vez significa un público reconocimiento a las meritorias damas que han actuado y actúan desde la Comisión Directiva de esa humanitaria casa de Salud Pública.
Nueva Helvecia, diciembre 1º de 1947.
Colonia, enero 28 de 1948. Oficio Nº 38.
Señor Presidente de la Junta Departamental
Don Ricardo Rufener:
Presente.
Señor Presidente:
Adjunto, elevo a la consideración de esa Corporación, un proyecto de nomenclatura de algunas calles de las Villa de Nueva Helvecia, propuesto por la Junta Local y que ha merecido la aprobación del Departamento Ejecutivo.
En su exposición adjunta al proyecto remitido a la Intendencia, la Junta expone los fundamentos que la determinaron a proponer esas modificaciones, en forma amplia, que relevan al Departamento Ejecutivo para pronunciarse nuevamente sobre los mismos, ya que comparte aquellas denominaciones por iguales motivos y éstos figuran en los antecedentes agregados.
Sólo una denominación, ha agregado el Departamento Ejecutivo a las propuestas por la Junta Local de N. Helvecia, y es la que recibirá, la radial de la Carretera Nacional Montevideo – Colonia, de acceso a la Villa, en los tramos en que atraviesa las zonas urbana y suburbana de la misma. Ese nombre, es el del ilustre repúblico desaparecido, don JOSÉ BATLLE Y ORDÓÑEZ.
Desde hace tiempo, el Departamento Ejecutivo a mi cargo, tenía el firme propósito de incluir en el nomenclátor departamental este nombre. Desde luego, debía dársele a una calle de señala importancia, y las de ésta categoría, ya tienen en su casi totalidad, su denominación. No es propósito del suscrito, entrara a la sustitución de nombres que, si bien existen y pueden no ser compartidos por mi gobierno, fueron colocados en uso de sus atribuciones legítimas por otros gobiernos del Departamento y que por tal causa, deben ser respetados. Tampoco es propósito del suscrito, entrar a la discusión histórica de los merecimientos de unos ciudadanos, frente a otros que también han servido al Departamento o a la República.
Hace casi cuatro lustros que desapareció del escenario político del país, la figura magisterial de Batlle. Estimo que el tiempo transcurrido, es más que suficiente, como para que no se interprete esta iniciativa como fruto del apasionamiento político del partidario.
Si fue un hombre enardecido por la lucha, que tuvo el mayor número de amigos y también el mayor número de implacables enemigos, al producirse el fenómeno natural de su desaparición física, desde todos los sectores de opinión del país, se levantaron las voces amigas o adversarias, para reconocer sus merecimientos y para hacerle justicia a su vida y a sus obras.
Batlle es pues, la figura nacional.
Y será éste que propongo, el primer homenaje público que el departamento de Colonia tribute, para perpetuar en un acto material su memoria.
Innecesario es, escribir en la reducida extensión de este mensaje, sobre la vida y obra de este hombre extraordinario, materialmente imposible, resultaría extractar –aunque más no fuera-, aquí su biografía. La vida y la obra de Batlle, son demasiado conocidas y demasiado grandes, como para que haya necesidad de insistir en ellas, para que los demás las aprecien.
Batlle, que nace en 1856, ya en 1873, puede decirse, que comienza su vida pública, con apenas 17 años, en su actuación estudiantil en que comienza a destacar sus cualidades entre sus compañeros de los cuales algunas fueron también, personalidades ilustres del Partido Colorado y del Partido Nacional. Su vida de periodista y de maestro de periodistas –se inicia desde las columnas de una revista estudiantil “El Espíritu Nuevo”-, que además de ocuparse de las cuestiones gremiales -razón verdadera de su existencia-, inicia la lucha contra el despotismo en 1879, atacando como nadie lo había hecho hasta entonces a la administración de Latorre. Alrededor de 1880/81, Batlle desde “La Razón” continuó sus implacables campañas contra los dictadores y en la época del terror, bajo el gobierno de Santos, es víctima de un atentado, instigado desde las esferas oficiales. Más adelante desde “La Lucha” y finalmente en las sucesivas etapas de “El Día”, Batlle mantiene siempre en actividad, su principal arma: la pluma.
Fue después revolucionario y soldado en la cruzada libertadora del Quebracho, participando en las históricas jornadas del 31 de marzo de 1886. Su permanente lucha por la libertad le valió más de una vez ir a la cárcel, ser víctima de graves atentados y marchar también al exilio, para desde allí realizar su tarea de conspirador. En 1887 pasa a ocupar su primer cargo público, como delegado del Poder Ejecutivo, Jefe de Policía del Departamento de Minas, y en 1890, ingresa al Parlamento como Diputado electo por el Departamento de Salto.
A comienzos de 1900, Batlle es ya la primera figura política del escenario nacional, y en 1903 es elegido para su primer período de gobierno, Presidente de la República, contribuyendo a ello el voto de legisladores nacionalistas, encabezados por la figura del ilustre Dr. Eduardo Acevedo Díaz; dentro de una época de hondas perturbaciones, supo encontrar el camino para devolver al país la normalidad, y en 1907, parte en viaje a Europa, donde visitará, estudiándolos, los regímenes políticos y las orientaciones económicas y sociales que imperan en el viejo mundo. En marzo de 1911, por segunda vez, asumió la Presidencia de la República.
Las ideas nuevas de Batlle, surgen en este período de gobierno y su evolución en materia de organización política del país, inspira del régimen suizo, lo mueven a plantear la reforma de la Constitución de 1830 y a sustituir el régimen unipersonal, por el pluripersonal. Sostuvo con apasionamiento sus ideas y fruto de una transacción con sus adversarios, fue a la Constitución de 1917, creando el Consejo Nacional de Administración, que por decisión de la soberanía, le tocó también presidir.
Esta lucha por la implantación de un nuevo sistema de gobierno, colocó en su oposición, a las más prestigiosas figuras de su Partido en aquella época, y entorpeció la labor que paralelamente había iniciado el extraordinario hombre de Estado, para transformar la economía y la legislación social de la República.
La supresión de la pena de muerte, gratuidad de la enseñanza en todas sus ramas, los Entes industriales y comerciales del Estado, la reforma electoral, la protección a la mujer y el niño, los derechos del trabajador, son, entre otras muchas, conquistas incorporadas a la legislación del país, por iniciativa de Batlle.
Su vida, ha sido una vida intensa, puesta al servicio de la Nación.
Las obras públicas, merecieron su principal atención y entre ellas, corresponde señalar en este mensaje, a la magnífica carretera nacional que une esta ciudad con la capital de la República –Ruta Nº 1-, que algún día, deberá llevar el nombre de quien fue su inspirador.
Esta circunstancia, de haber sido Batlle, quien con mayor decisión, hizo posible la realización de esta vía de tránsito que una a las principales poblaciones del Departamento entre sí y con la capital del país; y por el hecho de estar Nueva Helvecia, constituida en base a los colonos suizos que llegaron hace ¾ de siglo a nuestro país a trabajar, proviniendo de una nación, cuyo régimen político inspiró al Sr. Batlle sus ideas reformistas en materia de organización institucional, hacen doblemente justificada la oportunidad de esta iniciativa.
Son estas breves consideraciones y las que expone la Junta Local, a las que he hecho referencia al comienzo, dejo fundado el adjunto proyecto, restándome solamente saludar al Sr. Presidente con las expresiones de mi más distinguida consideración. ESTEBAN ROSTAGNOL BEIN, Intendente Municipal – ALDO RUSSO, Secretario General.
LA JUNTA DEPARTAMENTAL DE COLONIA
DECRETA:
Artículo 1º. Desígnase con los nombres que a continuación se expresan, las calles y caminos que se determinan de la Villa de Nueva Helvecia:
AVDA. JOSÉ BATLLE Y ORDÓÑEZ a la carretera Radial de acceso a la Villa, en el tramo comprendido dentro de las Plantas Urbanas y Sub-urbana.
FARMACÉUTICO LUIS DREYER a la actual calle Colonia.
1º DE AGOSTO al camino que parte de la calle Montevideo con dirección al Barrio Robert, hasta los límites de Colonia Suiza.
FRAU VOGEL a la actual calle Nueva Palmira.
Dr. GERMÁN IMHOF a la actual calle Montevideo.
FEDERICO FISCHER al camino que partiendo de la Radial carretera Montevideo-Colonia, a la altura del Surtidor Suizo, pasa por los Hoteles Suizo y Central, hasta el comercio del Sr. Carlos Fripp entroncando con la carretera Cufré-Nueva Helvecia.
SIEGRIST Y FENDER a la calle que parte de la Avda. Federico Gilomén y pasando por la antigua Administración da vuelta por la Estación del FF.CC., desembocando nuevamente en la mencionada arteria a la altura del Comercio del Sr. Germán Purtscher.
DOROTEO GARCÍA al camino que parte del ex – comercio del Sr. González Prieto con dirección al Barrio Concordia, hasta los límites de Colonia Suiza.
CARLOS CUNIER a la calle que parte de la Avda. Federico Gilomén a la altura de la Panadería del Sr. Arturo Amánn, con dirección al Sud-este.
FRANCISCO WULLICH a la actual calle conocida por “Los Pinos” y que pasa a los fondos del Club Artesano.
ELIAS HUBER al actual camino que parte de la calle Montevideo y pasando junto a la propiedad del Sr. Feliciano Werner va en dirección a la Radial de la carretera Montevideo-Colonia.
JUAN FREY al camino que parte de la Avda. Federico Gilomén a la altura del Comercio de los Sres. Kuster Hnos. hasta entroncar con la carretera Cufré-Nueva Helvecia.
ESTEBAN LAZAGUE al actual camino que parte de la Radial de la carretera Montevideo-Colonia, a la altura del Hotel Nirvana, cruzando el camino que se proyectaba denominar Doroteo García, con dirección a la laguna Gilomén.
ALFREDO STUTZ a la actual calle conocida con la denominación de “Liga de Queseros”.
ARTURO CARBAJAL al actual camino conocido por carretera Nueva Helvecia-Jackson.
FRAU SPORI a la calle que parte de la Avda. Federico Gilomén a la altura de la ex – Sala de Auxilios, con dirección al Sud-este.
Artículo 2º. Comuníquese e insértese en el Libro de Decretos de la Junta Departamental.
SALA DE SESIONES de la Junta Departamental a cinco de agosto de mil novecientos cuarenta y ocho.
RICARDO RUFENER, Presidente.
FRANCISCO G. MORENO, Secretario.