Colonia, 2 de setiembre de 1970.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
El suscrito pretende conseguir, mediante el consenso de ambas ramas del gobierno municipal, que el nombre del que fuera insigne educador, en nuestro medio, don EUGENIO M. ARAUS, figure en el nomenclator de la ciudad donde él desarrolló, con capacidad y celo encomiables, sus actividades docentes.
En el ambiente en el cual cumplió su función educadora todavía, felizmente, quedan convecinos que fueron sus ex discípulos, los cuales pueden constituir la fuente donde se podrá recabar, por parte de quienes no le hayan conocido, toda la información, que se estime sobre su persona.
Las generaciones del presente, las que por motivo de edad no pueden estar en condiciones de testificar los méritos de aquel ciudadano, deben haber oído a sus mayores, referencias sobre quién fue don Eugenio como comúnmente se le llamó, con todo afecto, en nuestra ciudad.
El educador de referencia cumplió durante muchos años su labor docente y lo hizo con humildad, con modestia y silenciosamente, como cabe a quienes están seguros de estar realizando una obra de significativos quilates.
Director de la Escuela Nº 1, donde dejó un reguero de recuerdos imperecederos, se acogió posteriormente a los beneficios jubilatorios, pero como su vocación de educador era tan profunda siguió dictando clases
particulares, manteniendo contacto directo con grupos de jóvenes y adolescentes a los que trasmitió la sabia de su experiencia y de su saber.
Le conocimos ya en el ocaso de su vida, apegado a su profesión, dictando cátedra de sabiduría y de bondad.
Don Eugenio, fue un hombre admirable y querido, que realizó el bien a raudales por lo que bien merece este modesto homenaje con la perpetuación de su nombre el que lucirá no lo dudamos, una de las calles de la Colonia, a la que estuvo ligado por indisolubles afectos y ganado prestigio. LEANDRO ABOT, Edil.
En el ambiente en el cual cumplió su función educadora todavía, felizmente, quedan convecinos que fueron sus ex discípulos, los cuales pueden constituir la fuente donde se podrá recabar, por parte de quienes no le hayan conocido, toda la información, que se estime sobre su persona.
Las generaciones del presente, las que por motivo de edad no pueden estar en condiciones de testificar los méritos de aquel ciudadano, deben haber oído a sus mayores, referencias sobre quién fue don Eugenio como comúnmente se le llamó, con todo afecto, en nuestra ciudad.
El educador de referencia cumplió durante muchos años su labor docente y lo hizo con humildad, con modestia y silenciosamente, como cabe a quienes están seguros de estar realizando una obra de significativos quilates.
Director de la Escuela Nº 1, donde dejó un reguero de recuerdos imperecederos, se acogió posteriormente a los beneficios jubilatorios, pero como su vocación de educador era tan profunda siguió dictando clases
particulares, manteniendo contacto directo con grupos de jóvenes y adolescentes a los que trasmitió la sabia de su experiencia y de su saber.
Le conocimos ya en el ocaso de su vida, apegado a su profesión, dictando cátedra de sabiduría y de bondad.
Don Eugenio, fue un hombre admirable y querido, que realizó el bien a raudales por lo que bien merece este modesto homenaje con la perpetuación de su nombre el que lucirá no lo dudamos, una de las calles de la Colonia, a la que estuvo ligado por indisolubles afectos y ganado prestigio. LEANDRO ABOT, Edil.
LA JUNTA DEPARTAMENTAL DE COLONIA
ACUERDA Y DECRETA:
Articulo 1º. Designase con el nombre de EUGENIO M. ARAUS, a la calle que desde Avenida Aparicio Saravia, frente al actual Depósito y Taller Municipal, llega hasta la Rambla Costanera de la ciudad de Colonia.
Articulo 2º. Comuníquese e insértese en el Libro de Decretos de la Junta Departamental.
SALA DE SESIONES de la Junta Departamental a veintidós de diciembre de mil novecientos setenta.
SAÚL H. ARROYO, Presidente.
FRANCISCO LEGUÍSAMO, Secretario.
