Montevideo, 6 de noviembre de 1970.
MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CULTURA
CONSEJO EJECUTIVO HONORARIO PARA LAS OBRAS DE PRESERVACIÓN Y RECONSTRUCCIÓN DE LA ANTIGUA COLONIA DEL SACRAMENTO – NOMENCLÁTOR
La antigua Plaza se denominará “Plaza Mayor del 25 de Mayo”, uniéndose de esta manera el calificativo colonial al espacio, con el nombre que, como homenaje a la gesta americana y rioplatense, le diera la Junta de 1868.
La calle “Las Flores”, mantendrá su clásica denominación: “Calle de las Flores”.
La calle Independencia, entre la plaza y el perfil costero, volverá a denominarse como antiguamente “de San Francisco”, considerándose que la eliminación del nombre genérico “Independencia”, no crea problemas que tengan referencia a la historia o tradición locales.
Igualmente la calle Solís, en el tramo de la Plaza a la costa, mantendrá su denominación “Calle de Solís”, como homenaje al primer explorador de estas costas, trágicamente muerto en ellas, nombre que le dio la Junta de 1868.
Si hay una calle de la Colonia que mantiene todo el perfil colonial es la denominada Ansina. Se propone que vuelva a su clásica denominación aun mantenida por la tradición popular, “de los Suspiros”. El nombre del sacrificado servidor de Artigas pasará a denominar la calle de la Ciudad Nueva que resuelvan las Autoridades Municipales.
La calle Ángel Hernández. volverá a su denominación clásica “Calle de San Pedro”, que fue reiterada por la nomenclatura de 1868. Y el nombre de “Ángel Hernández”, relacionado a la moderna historia de la sociedad coloniense, pasará a llamar la calle de la ciudad nueva que resuelvan las Autoridades Municipales.
La calle Misiones, conservará básicamente su nombre, pero así: “Misiones de los Tapes”, explicitándose que se trata de recordar y homenajear a aquellos establecimientos y gentes que fueron sacrificados en tierras de la Colonia, dando su sangre para las sucesivas conquistas de la Plaza fuerte portuguesa. La calle Henríquez de la Peña, plantea un doble problema de interés e importancia al que creemos se le ha estudiado una adecuada y comprensiva solución.
En primer lugar hay que decir que no se trata urbanísticamente de una calle, propiamente, sino de diversas vías, en segmentos, que han sido, vinculados algo artificialmente por un denominador común. A la vez pocas áreas exigen más claramente el retorno al nomenclátor primitivo y vinculado a la historia del casco urbano amurallado que esta línea transversal, sinuosa, que desde las costas va marcando el perfil interior de la antigua muralla, cercaba a la ciudad. Así el trecho entre Manuel Lobo y la costa sur, que será objeto de readaptaciones obligadas urbanísticamente por las obras emprendidas de restauración de la puerta y cortina de la ciudad antigua, se llamará “Paseo de San Miguel”.
El segmento entre Manuel Lobo y 18 de Julio pasará a denominarse “Paseo de San Antonio”, nombre del antiguo bastión “de la Bandera”, zona que también ha sido objeto de preocupación y obras por parte del Consejo, con el apoyo municipal (plazoleta del Bastión),para la que solicita permiso para la alineación definitiva de cordones y espacios.
El tramo entre Gral. Flores y la plazuela de la Matriz, se denominará calle del Gobernador Vasconcellos, como homenaje a quien fue el más grande gobernante colonial de la Colonia.
Por último el segmento de Gral. Flores al norte hasta el perfil costero, pasa a denominarse “calle del Virrey Ceballos”, en homenaje al gran gobernante del Plata y conquistador dos veces de la Colonia.
Claro que estos cambios de designación de la calle Henríquez de la Peña, creaban un nuevo conflicto o problema, mantener el lugar y en esquina, con el punto de partida del heroico grupo (antiguo cuartel), donde se ubica el monolito que evoca el episodio. Creemos que el propio hecho histórico y naturalmente el proceso de restauración y de reordenamiento urbanístico condicionado a la misma, dieron claramente la solución. En efecto al reubicarse la puerta, dejarse en descubierto el antiguo camino de acceso, o si se quiere de salida de la ciudad antigua y reordenarse todo este espacio con una adecuada urbanización.
La calle “Las Flores”, mantendrá su clásica denominación: “Calle de las Flores”.
La calle Independencia, entre la plaza y el perfil costero, volverá a denominarse como antiguamente “de San Francisco”, considerándose que la eliminación del nombre genérico “Independencia”, no crea problemas que tengan referencia a la historia o tradición locales.
Igualmente la calle Solís, en el tramo de la Plaza a la costa, mantendrá su denominación “Calle de Solís”, como homenaje al primer explorador de estas costas, trágicamente muerto en ellas, nombre que le dio la Junta de 1868.
Si hay una calle de la Colonia que mantiene todo el perfil colonial es la denominada Ansina. Se propone que vuelva a su clásica denominación aun mantenida por la tradición popular, “de los Suspiros”. El nombre del sacrificado servidor de Artigas pasará a denominar la calle de la Ciudad Nueva que resuelvan las Autoridades Municipales.
La calle Ángel Hernández. volverá a su denominación clásica “Calle de San Pedro”, que fue reiterada por la nomenclatura de 1868. Y el nombre de “Ángel Hernández”, relacionado a la moderna historia de la sociedad coloniense, pasará a llamar la calle de la ciudad nueva que resuelvan las Autoridades Municipales.
La calle Misiones, conservará básicamente su nombre, pero así: “Misiones de los Tapes”, explicitándose que se trata de recordar y homenajear a aquellos establecimientos y gentes que fueron sacrificados en tierras de la Colonia, dando su sangre para las sucesivas conquistas de la Plaza fuerte portuguesa. La calle Henríquez de la Peña, plantea un doble problema de interés e importancia al que creemos se le ha estudiado una adecuada y comprensiva solución.
En primer lugar hay que decir que no se trata urbanísticamente de una calle, propiamente, sino de diversas vías, en segmentos, que han sido, vinculados algo artificialmente por un denominador común. A la vez pocas áreas exigen más claramente el retorno al nomenclátor primitivo y vinculado a la historia del casco urbano amurallado que esta línea transversal, sinuosa, que desde las costas va marcando el perfil interior de la antigua muralla, cercaba a la ciudad. Así el trecho entre Manuel Lobo y la costa sur, que será objeto de readaptaciones obligadas urbanísticamente por las obras emprendidas de restauración de la puerta y cortina de la ciudad antigua, se llamará “Paseo de San Miguel”.
El segmento entre Manuel Lobo y 18 de Julio pasará a denominarse “Paseo de San Antonio”, nombre del antiguo bastión “de la Bandera”, zona que también ha sido objeto de preocupación y obras por parte del Consejo, con el apoyo municipal (plazoleta del Bastión),para la que solicita permiso para la alineación definitiva de cordones y espacios.
El tramo entre Gral. Flores y la plazuela de la Matriz, se denominará calle del Gobernador Vasconcellos, como homenaje a quien fue el más grande gobernante colonial de la Colonia.
Por último el segmento de Gral. Flores al norte hasta el perfil costero, pasa a denominarse “calle del Virrey Ceballos”, en homenaje al gran gobernante del Plata y conquistador dos veces de la Colonia.
Claro que estos cambios de designación de la calle Henríquez de la Peña, creaban un nuevo conflicto o problema, mantener el lugar y en esquina, con el punto de partida del heroico grupo (antiguo cuartel), donde se ubica el monolito que evoca el episodio. Creemos que el propio hecho histórico y naturalmente el proceso de restauración y de reordenamiento urbanístico condicionado a la misma, dieron claramente la solución. En efecto al reubicarse la puerta, dejarse en descubierto el antiguo camino de acceso, o si se quiere de salida de la ciudad antigua y reordenarse todo este espacio con una adecuada urbanización.
Nada mejor que llamar a esa calle o camino, que indica, como señalamos la ruta de salida de la antigua Colonia, en una palabra la que siguiera de la Peña con su nombre esto implica suprimir a esa calle su actual nombre de Manuel de Lobo, lo que a primera vista aparecería como una irreverencia al fundador de la ciudad, o, cuando menos, una incoherencia en momentos en que se está en la tarea de recuperar los valores, de todo orden, de la Antigua Colonia. Sin embargo no es así, al contrario, procurando esa coherencia y unidad de valores, se entiende que el nombre del fundador debe estar adscripto al “punto de fundación” y no en una calle que precisamente está fuera del área histórica. En cambio en este orden de ideas existe el lugar justo para ubicar el nombre del fundador. Es el lugar de la primitiva ciudadela, la actual Plaza y espacio libre junto y frente a la Iglesia Matriz, que se reordena también urbanísticamente y donde se espera recuperar parte de los cimientos de la Casa del Gobernador, símbolo material de la autoridad que detentaron Lobo y sus sucesores.
Se llamará entonces Plaza de Armas Manuel de Lobo. Por este motivo y con criterio también unitario a la calle Sarandí se le llamará “calle de Portugal”. El nombre de Sarandí tan trascendente en la historia nacional, pasará a denominar una calle de señalada importancia en la nueva colonia, de acuerdo a lo que resuelvan las Autoridades Municipales.
La calle Washington, volverá a tomar su antiguo nombre de “calle de la Playa”.
Asimismo Solís, en el tramo comprendido entre Gral. Flores y la Plaza, volverá a tomar su clásica denominación de “calle Real”. Igualmente Independencia en el tramo entre la hoy Barbot y la de Misiones tornará a su nombre de “calle de Comercio”.
Si hay un nombre que hoy resulta anacrónico e incluso antinómico en el casco de la ciudad vieja de la Colonia y con referencia a las relaciones internacionales del país, este es el de “República Española”, con el agregado del poco adecuado calificativo de Rambla, para el paseo costero.
Teniendo en cuenta que desde el viaje de Gaboto en la 1ª mitad del siglo XVI, recibió esta costa el nombre de “tierra firme de San Gabriel” nombre que se aplicó igualmente a sus islas fronteras y nombre que pervivió hasta el siglo XVIII inclusive, y de tanta fuerza tradicional y local que los propios portugueses, que de acuerdo a los propósitos de Lobo, llamaran “Ciudadela del Santísimo Sacramento” al establecimiento o fuerte militar, y
“Nova Lusitania” a la población civil, ésta última acabó siendo denominada genéricamente, tanto por españoles como por lusitanos “Colonia de San Gabriel”, que demuestra la fuerza tradicional y el valor cultural de aquel nombre. En consecuencia de todo lo dicho y teniendo muy en cuenta también las tareas de restauración y urbanización que devolverán a los antiguos fortines costeros de Santa Rita y San Pedro su antiguo perfil e interés, nada más natural que al paseo que los une, que transita aproximadamente por el antiguo paseo de ronda de la fortificación darle el nombre de “Paseo de San Gabriel”.
Por otra parte señalamos que el homenaje debido a la madre patria, se cumple en otra parte del casco antiguo y en forma harto concreta como lógica.
La calle Treinta y Tres pasa a llamarse España. Con la calle Ramón Barbot, ocurre algo parecido a lo señalado con Henríquez de la Peña, en cuanto a su carácter segmentario. Al tramo entre la Costanera “8 de Octubre” se le vuelve a dar el nombre colonial “de Santa Rita”. Y el tramo desde allí hasta el final se le devuelve el nombre que le diera la nomenclatura de 1868 “de San José”. El nombre de Ramón Barbot, vinculado a la moderna historia coloniense, pasa a denominar a la calle de la ciudad nueva, que resuelvan las autoridades Municipales.
8 de Octubre conservará su nombre que le dio la nomenclatura en 1868. Al retiro o plazuela frente a la ex –comandancia se le pondrá una estela alusiva de azulejos que la señalan como lugar o “Plazuela del Teatro”, que no llegó a terminarse, pero de todos modos el más antiguo del país, según demostrara el especialista Prof. Juan Carlos Sabat Pebet.
Finalmente a la gran plaza nueva que se formará frente a la Puerta de la ciudad amurallada, donde habrá de ubicarse el pabellón del Consejo y frente a la calle que ahora se denominará Henríquez de la Peña, se le propone el nombre de “Plaza 1811”, como homenaje y recuerdo a la gesta revolucionaria emancipadora que, puede decirse se inicia en su etapa gravitante, con la salida de Artigas y sus heroicos compañeros de la Colonia, en ese año, para unirse al Movimiento de Mayo.
Saludamos al Sr. Intendente, y a los Señores Ediles, integrantes de la Junta Departamental de Colonia con las expresiones de nuestra más alta consideración agradeciendo desde ya la patriótica colaboración que prestan a este Consejo en esta como la prestada en tantas obras para la Preservación y Reconstrucción de la Antigua Colonia del Sacramento.
El Consejo: FERNANDO O. ASSUNÇAO, Presidente, Delegado Alterno del Sr. Ministro de Educación y Cultura – Arq. ANTONIO CRAVOTTO, Arq. MIGUEL ODRIOZOLA, Cnel. (R) Fco. PAMPILLON, Delegados de Transporte, Comunicaciones y Turismo y de Educación y Cultura. – Cnel. ARTIGAS MIRANDA DUTRA, Delegado Ministerio de Defensa Nacional – Arq. JORGE TERRA CARVE, Delegado Alterno del Ministerio de O. Públicas.
Se llamará entonces Plaza de Armas Manuel de Lobo. Por este motivo y con criterio también unitario a la calle Sarandí se le llamará “calle de Portugal”. El nombre de Sarandí tan trascendente en la historia nacional, pasará a denominar una calle de señalada importancia en la nueva colonia, de acuerdo a lo que resuelvan las Autoridades Municipales.
La calle Washington, volverá a tomar su antiguo nombre de “calle de la Playa”.
Asimismo Solís, en el tramo comprendido entre Gral. Flores y la Plaza, volverá a tomar su clásica denominación de “calle Real”. Igualmente Independencia en el tramo entre la hoy Barbot y la de Misiones tornará a su nombre de “calle de Comercio”.
Si hay un nombre que hoy resulta anacrónico e incluso antinómico en el casco de la ciudad vieja de la Colonia y con referencia a las relaciones internacionales del país, este es el de “República Española”, con el agregado del poco adecuado calificativo de Rambla, para el paseo costero.
Teniendo en cuenta que desde el viaje de Gaboto en la 1ª mitad del siglo XVI, recibió esta costa el nombre de “tierra firme de San Gabriel” nombre que se aplicó igualmente a sus islas fronteras y nombre que pervivió hasta el siglo XVIII inclusive, y de tanta fuerza tradicional y local que los propios portugueses, que de acuerdo a los propósitos de Lobo, llamaran “Ciudadela del Santísimo Sacramento” al establecimiento o fuerte militar, y
“Nova Lusitania” a la población civil, ésta última acabó siendo denominada genéricamente, tanto por españoles como por lusitanos “Colonia de San Gabriel”, que demuestra la fuerza tradicional y el valor cultural de aquel nombre. En consecuencia de todo lo dicho y teniendo muy en cuenta también las tareas de restauración y urbanización que devolverán a los antiguos fortines costeros de Santa Rita y San Pedro su antiguo perfil e interés, nada más natural que al paseo que los une, que transita aproximadamente por el antiguo paseo de ronda de la fortificación darle el nombre de “Paseo de San Gabriel”.
Por otra parte señalamos que el homenaje debido a la madre patria, se cumple en otra parte del casco antiguo y en forma harto concreta como lógica.
La calle Treinta y Tres pasa a llamarse España. Con la calle Ramón Barbot, ocurre algo parecido a lo señalado con Henríquez de la Peña, en cuanto a su carácter segmentario. Al tramo entre la Costanera “8 de Octubre” se le vuelve a dar el nombre colonial “de Santa Rita”. Y el tramo desde allí hasta el final se le devuelve el nombre que le diera la nomenclatura de 1868 “de San José”. El nombre de Ramón Barbot, vinculado a la moderna historia coloniense, pasa a denominar a la calle de la ciudad nueva, que resuelvan las autoridades Municipales.
8 de Octubre conservará su nombre que le dio la nomenclatura en 1868. Al retiro o plazuela frente a la ex –comandancia se le pondrá una estela alusiva de azulejos que la señalan como lugar o “Plazuela del Teatro”, que no llegó a terminarse, pero de todos modos el más antiguo del país, según demostrara el especialista Prof. Juan Carlos Sabat Pebet.
Finalmente a la gran plaza nueva que se formará frente a la Puerta de la ciudad amurallada, donde habrá de ubicarse el pabellón del Consejo y frente a la calle que ahora se denominará Henríquez de la Peña, se le propone el nombre de “Plaza 1811”, como homenaje y recuerdo a la gesta revolucionaria emancipadora que, puede decirse se inicia en su etapa gravitante, con la salida de Artigas y sus heroicos compañeros de la Colonia, en ese año, para unirse al Movimiento de Mayo.
Saludamos al Sr. Intendente, y a los Señores Ediles, integrantes de la Junta Departamental de Colonia con las expresiones de nuestra más alta consideración agradeciendo desde ya la patriótica colaboración que prestan a este Consejo en esta como la prestada en tantas obras para la Preservación y Reconstrucción de la Antigua Colonia del Sacramento.
El Consejo: FERNANDO O. ASSUNÇAO, Presidente, Delegado Alterno del Sr. Ministro de Educación y Cultura – Arq. ANTONIO CRAVOTTO, Arq. MIGUEL ODRIOZOLA, Cnel. (R) Fco. PAMPILLON, Delegados de Transporte, Comunicaciones y Turismo y de Educación y Cultura. – Cnel. ARTIGAS MIRANDA DUTRA, Delegado Ministerio de Defensa Nacional – Arq. JORGE TERRA CARVE, Delegado Alterno del Ministerio de O. Públicas.
LA JUNTA DEPARTAMENTAL DE COLONIA
ACUERDA Y DECRETA:
Articulo 1º. Modifícase el nomenclátor del Barrio Histórico de la ciudad de Colonia, denominándose sus plazas y calles de la manera siguiente:
A la actual calle Las Flores, “Calle de las Flores”.
A la actual calle Independencia en el tramo de la Plaza y el perfil costero, “De San Francisco”; y al tramo entre la hoy Barbot y la de Misiones, “Calle del Comercio”.
A la actual calle Independencia en el tramo de la Plaza y el perfil costero, “De San Francisco”; y al tramo entre la hoy Barbot y la de Misiones, “Calle del Comercio”.
A la actual calle Solís, en el tramo comprendido entre la Avda. General Flores y la Plaza, “Calle Real”; y en el tramo de la Plaza a la Costa, “Calle de Solís“.
A la actual calle Ansina, “De los Suspiros”.
A la actual calle Ángel Hernández “Calle de San Pedro”.
A la actual calle Misiones, “Misiones de los Tapes”.
A la actual calle Henríquez de la Peña: en el trecho entre Manuel Lobo y la costa sur, “Paseo de San Miguel”; en el segmento entre Manuel Lobo y 18 de Julio, “Paseo de San Antonio”; en el tramo comprendido entre la Avda. General Flores y la Plazuela de la Matriz, “Calle Gobernador Vasconcellos”; y en el tramo de la Avenida General Flores al norte hasta el perfil costero, “Calle del Virrey Ceballos”.
A la actual calle Manuel Lobo, “Henríquez de la Peña”.
A la actual calle Sarandí, “Calle de Portugal”.
A la actual calle Washington, “Calle de la Playa”.
A la actual Rambla República Española, “Paseo de San Gabriel”.
A la actual calle Treinta y Tres, “Calle España”.
A la actual calle Ramón Barbot: al tramo comprendido entre la Costanera y 8 de Octubre, “Calle de Santa Rita”; y al tramo desde allí hasta el final, “Calle de San José”.
A la actual calle Buenos Aires, “Calle del Colegio”.
A la actual Plaza 25 de Mayo, “Plaza Mayor del 25 de Mayo”.
A la Plaza y espacio libre junto y frente a la Iglesia Matriz, “Plaza de Armas Manuel Lobo”.
Al retiro o plazuela circundado por las actuales calle 8 de Octubre, Ramón Barbot e Independencia, “Plazuela del Teatro”.
Articulo 2º. Comuníquese e insértese en el Libro de Decretos de la Junta Departamental.
SALA DE SESIONES de la Junta Departamental a veinticuatro de febrero de mil novecientos setenta y dos.
HÉCTOR MAINO, Presidente.
GLADYS MARTÍNEZ, Pro Secretaria.