Juan L. Lacaze, 5 de agosto de 1982.
 
Sr. Intendente Municipal
Cnel. Don Néstor W. Bertrín
Colonia.
 
Señor Intendente:
Atendiendo a su pedido de sugerir un nombre para la Plaza Pública que se está urbanizando en la zona sub – urbana de Juan L. Lacaze, esta Junta ha resuelto finalmente proponer como denominación para la misma: “PLAZA DE LA PAZ”.
La verdad es que hemos llegado a proponer por unanimidad este nombre, después de un extenso análisis de diversas posibilidades que se fueron descartando debido a que – a nuestro juicio – no reunían las condiciones necesarias o existan dudas al respecto.- Consideramos que vale la pena reseñar brevemente el proceso seguido para llegar a la conclusión antedicha.
1. El nombre de Plaza de “Villa Pancha”, que en algún momento se mencionó, no corresponde, dado que si bien a veces se utiliza esta denominación para toda la zona sub – urbana de Juan L. Lacaze, lo cierto es que “Villa Pancha” es sólo el fraccionamiento de la zona contigua a la Curtiembre INCUSA, que perteneció a una Suc. Leys, concretamente a una Sra. Pancha Leys. En cambio, la zona donde se encuentra la plaza, se denomina “Granja San José”, en razón de que se trata del fraccionamiento del predio correspondiente a la antigua Granja San José, cuyo propietario era un Sr. José González Pérez. La zona más al norte de la Plaza se llama “Villa Elisa” y es el fraccionamiento de los terrenos de un Sr. Lombardo, cuya señora esposa se llamaba precisamente Elisa. Y finalmente, el fraccionamiento que está al otro lado de la Ruta 54 y más cerca de la ciudad, se denomina Granja “Las Delicias”, nombre éste de la antigua Granja y Bodega de Campomar. En consecuencia, cualquiera de estos nombres sería inadecuado.
2. Se pensó en el nombre de alguno de los próceres de nuestra independencia y al respecto consideramos que el nombre del Gral. Artigas ya tiene su homenaje en el lugar más destacado de la plaza principal, como asimismo en una plazoleta sobre la avenida del mismo nombre. Los demás próceres (Rivera, Lavalleja, Oribe, etc.), tendríamos que elegir a uno y entonces a cual le damos prioridad. Además ya tenemos calles importantes con esos nombres.
3. Buscamos nombres de personalidades de nuestro medio, lógicamente fallecidas, y si bien surgieron varios, al tratarse de una población joven (apenas cien años de la radicación de los primeros pobladores, según datos aproximados), es difícil coincidir en alguien cuyos méritos ya decantados y depurados por el tiempo, constituyan un ejemplo destacado y sobresaliente, que lo hagan acreedor a un homenaje de esta magnitud. Entre estos nombres, que sin duda tienen su mérito, se mencionó el de la primera maestra que actuó en Juan L. Lacaze y que según datos de ex alumnos de la misma, fue la Sra. Albina Tarlera de Nadal, pero justamente los informes de estos ex – alumnos, que sobreviven aún, sobre los méritos de dicha educacionista, son algo confusos y contradictorios, por lo que sería necesario un minucioso trabajo de investigación y esclarecimiento, que siempre se puede hacer y luego, si cabe, rendirle homenaje en otra forma. Alguien sugirió también el nombre de un Sr. Medina, que tuvo un saladero instalado en la desembocadura del Arroyo del Sauce, en la época de la Independencia, que inclusive se menciona en el libro “Viaje de Montevideo a Paysandú”, del Padre Dámaso A. Larrañaga. Seguramente este señor debe de haber sido el primer industrial radicado en la zona, no obstante lo cual no conocemos su trayectoria como para adjudicarle o quitarle méritos. También se mencionó el nombre de Médici, copropietario de la Empresa “Lacaze – Médici”, exportadora de piedra y arena desde el siglo pasado, que prácticamente dio origen a la población que luego se llamó Juan L. Lacaze, en homenaje precisamente a uno de los nombrados propietarios de dicha empresa.
4. Se mencionaron nombres de personalidades de las letras, del arte, de la ciencia, en el ámbito nacional, como Juana de Ibarbourou, Eduardo Fabini, José Pedro Varela, etc. Sin duda, auténticas glorias nacionales, pero sin una vinculación directa y especial con esta zona.
5. Mientras tanto fue creciendo en nosotros la idea de proclamar allí un sentimiento puro, un anhelo general, un deseo, una aspiración permanente, un valor imperecedero que no por repetido perderá jamás su vigencia. Y así surgió el nombre de “Plaza de la Paz”.
Sin duda en estos momentos, la palabra PAZ es el grito desesperado de muchos seres, de muchos hombres, mujeres y niños, que en otros países, cercanos o lejanos, viven la tragedia infame de la guerra que para vergüenza de la humanidad sigue siendo el medio para dirimir diferencias. Felizmente no es el caso de nuestro Uruguay.
Por eso precisamente, porque es un bien del que gozamos plenamente, porque es una virtud de nuestro pueblo, que rechaza toda forma de violencia, es que hemos considerado que debe ser proclamado y exaltado permanentemente. Y ahí estará, en una plaza humilde de un barrio hoy sub – urbano de una población de obreros, como un mensaje del presente al futuro, como un deseo y un saludo de esta generación a las que vendrán.
Señor Intendente, este es nuestro pensamiento, nuestra opinión sobre este asunto, que lógicamente sometemos a su consideración y decisión final como corresponde.
Sin otro motivo, aprovechamos para saludarle muy atte.- JOSE Mª VIZCONDE, Presidente J. Local – W. BENTANCUR, Secretario Interino.
 
LA JUNTA DE VECINOS DE COLONIA
ACUERDA Y DECRETA:
 
Artículo 1º. Autorízase al Departamento Ejecutivo para designar con el nombre de PLAZA DE LA PAZ, a la ubicada en la zona Sub-Urbana de la Ciudad de Juan L. Lacaze, actualmente innominada.
Artículo 2º. Comuníquese e insértese en el Libro de Decretos de la Junta Departamental.
 
SALA DE SESIONES de la Junta de Vecinos a los once días del mes de Agosto de mil novecientos ochenta y dos.
 
Dr. CARLOS RODRÍGUEZ FLOREZ, Presidente.
 
GLADYS MARTÍNEZ, Secretaria.
 

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