Colonia, 29 de junio de 1964.
Sr. Presidente de la Junta Departamental,
Don Arnoldo F. Sequeira Luaces
Presente.
Don Arnoldo F. Sequeira Luaces
Presente.
Sr. Pte.:
Me permito presentar a consideración del Cuerpo de su digna presidencia, a fin de que se sirva darle el trámite correspondiente, el adjunto proyecto de decreto por el que se designa con el nombre de “Vicente P. García”, a la actual calle Salto de la ciudad de Colonia.
Entiendo, Señor Presidente, que el Gobierno Municipal de Colonia está en deuda con quien fuera notorio hombre público de enorme arraigo popular, dentro de todos los sectores políticos.
Desempeñó a lo largo de dilatada carrera, diversos cargos de representación, habiéndola culminado con la elección de Intendente Municipal, cargo éste que tuvo que abandonar antes de finalizar el mandato, debido a su quebrantada salud.
Fue una de sus preocupaciones fundamentales, ir en ayuda de la gente de más humildes recursos, a los que ayudó generosamente, sin importarle nunca su opinión política. Por esa razón, siempre tuvo gran ascendiente entre esa masa de gente, que veían la ayuda siempre desinteresada que les llegaba.
Si bien es cierto no podemos hablar de grandes realizaciones en su época de Intendente, debemos también tener en cuenta que le tocó actuar en los principios de un bloqueo económico a lo que entonces representaba la mayor fuente de riquezas del Municipio, como lo fue la exportación de piedra y arena hacia la República Argentina. No obstante, a pesar de la carencia de material de entonces, a pesar de los diezmados recursos, a pesar de su salud que no le dejaba desplegar toda su actividad de que era capaz, igual proyectó obras necesarias en todos los rincones del departamento, que luego, con el tiempo, se fueron cumpliendo.
Pero por todas las cosas, señor Presidente, dejó una gran enseñanza no solamente para el pueblo en general, sino para todos los Gobernantes de todas las épocas, fue su enorme generosidad desinteresada, su desprendimiento total de toda bandería política, su rectitud de procederes en todos los órdenes, su probada honradez.
Para un hombre que estuvo adornado de semejantes virtudes, es que reclamo el honor de que la ciudad de Colonia, engalane su nomenclátor y deje para las venideras generaciones, como ejemplo que perdurará por siempre en sus memorias, como perdura en la de los que tuvimos el alto honor de honrarnos con su amistad. ENRIQUE CAPDEVILLE, Edil de la Minoría.
Entiendo, Señor Presidente, que el Gobierno Municipal de Colonia está en deuda con quien fuera notorio hombre público de enorme arraigo popular, dentro de todos los sectores políticos.
Desempeñó a lo largo de dilatada carrera, diversos cargos de representación, habiéndola culminado con la elección de Intendente Municipal, cargo éste que tuvo que abandonar antes de finalizar el mandato, debido a su quebrantada salud.
Fue una de sus preocupaciones fundamentales, ir en ayuda de la gente de más humildes recursos, a los que ayudó generosamente, sin importarle nunca su opinión política. Por esa razón, siempre tuvo gran ascendiente entre esa masa de gente, que veían la ayuda siempre desinteresada que les llegaba.
Si bien es cierto no podemos hablar de grandes realizaciones en su época de Intendente, debemos también tener en cuenta que le tocó actuar en los principios de un bloqueo económico a lo que entonces representaba la mayor fuente de riquezas del Municipio, como lo fue la exportación de piedra y arena hacia la República Argentina. No obstante, a pesar de la carencia de material de entonces, a pesar de los diezmados recursos, a pesar de su salud que no le dejaba desplegar toda su actividad de que era capaz, igual proyectó obras necesarias en todos los rincones del departamento, que luego, con el tiempo, se fueron cumpliendo.
Pero por todas las cosas, señor Presidente, dejó una gran enseñanza no solamente para el pueblo en general, sino para todos los Gobernantes de todas las épocas, fue su enorme generosidad desinteresada, su desprendimiento total de toda bandería política, su rectitud de procederes en todos los órdenes, su probada honradez.
Para un hombre que estuvo adornado de semejantes virtudes, es que reclamo el honor de que la ciudad de Colonia, engalane su nomenclátor y deje para las venideras generaciones, como ejemplo que perdurará por siempre en sus memorias, como perdura en la de los que tuvimos el alto honor de honrarnos con su amistad. ENRIQUE CAPDEVILLE, Edil de la Minoría.
LA JUNTA DEPARTAMENTAL DE COLONIA
ACUERDA Y DECRETA:
Articulo 1º. Designase con el nombre de “VICENTE P. GARCIA” a la actual calle “Salto” de la ciudad de Colonia.
Articulo 2º. Comuníquese e insértese en el Libro de Decretos de la Junta Departamental.
SALA DE SESIONES de la Junta Departamental a nueve de noviembre de mil novecientos sesenta y siete.
NICOMEDES R. CAMACHO, Presidente.
FRANCISCO LEGUÍSAMO, Secretario.
